Los coches camuflados se han convertido en la pesadilla de todo conductor que circula por vías secundarias. Ya puedes pasarte apenas unos pocos kilómetros por hora más allá de lo permitido en algún pequeño tramo que una foto te lo hará saber si tienes un poco de mala suerte. Según las declaraciones ofrecidas por María Seguí, ya no se esconderán con el objetivo de ‘cazar’ al mayor número de infractores posibles.
Muchas veces ha surgido el debate acerca de la afinidad de la Guardia Civil a la hora de fijar las multas. Ahora, la máxima responsable del organismo que regula el tráfico y la seguridad vial en España lo ha dejado bien claro afirmando que la última meta de la DGT no es la imposición de multas por un mero objetivo recaudatorio.
Dichas declaraciones han tenido lugar en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados. Tras estas afirmaciones, ¿qué nuevo horizonte se abre en relación con la ubicación de los radares móviles?
Consecuencias de las declaraciones de María Seguí
Los radares móviles no estarán ubicados en lugares de poca visibilidad pero ello no quiere decir que desaparezcan. En torno a 600 tramos considerados como peligrosos o como los llamados ‘puntos negros’ continuarán teniendo la presencia de estos coches camuflados. Eso sí, tendrás noticia de ellos mediante unos carteles anunciadores. Con el objetivo de quitarse el estigma con el que carga la DGT, se avisará que hay un vehículo camuflado en las inmediaciones. Según comentó la misma responsable de la organización:
Serán visibles y de corta duración, ubicados en distintos emplazamientos. La ubicación de los radares fijos y móviles se hacen visibles para que se respete el límite establecido en la vía.
Por otro lado, también se conocerán las últimas novedades en relación a la localización de los radares móviles a través del sistema de navegación que muchos automóviles incorporan. De esta forma, se indicará, según la ruta que se escoja, si hay algún radar, ya sea fijo o móvil, en el tramo en el que se va a circular. Esto será posible gracias a la comunicación que mantendrá la DGT con las compañías que se encargan de dar soporte a los sistemas de navegación.
El cambio, sí que habrá una modificación en algunos de los radares fijos que hay en las carreteras de toda la geografía española. Unos 30 de ellos pasarán a ser ‘de tramo’, es decir, impondrán multas en función del tiempo que tarde un vehículo en recorrer una distancia determinada. Este tipo de mediciones son más reales, evitando que el conductor sobrepase la velocidad permitida por una serie de kilómetros.
Por último, otra de las grandes sorpresas que dejó caer el pasado miércoles es que los radares podrán discriminar entre los diferentes tipos de vehículos y su limitación en cuanto a velocidad máxima permitida. Así pues, mientras que en la actualidad el radar únicamente hacía la foto cuando se sobrepasaba la velocidad máxima de la vía, ahora podrá segmentar entre los distintos límites impuestos para los tipos de vehículos. El principal objetivo de esta medida es controlar que furgonetas y camiones respeten las leyes vigentes en el Código de Seguridad Vial.