El año 2015 se ha convertido en el primero en el que se toma más enserio el nivel de la contaminación que hay en las grandes metrópolis de todo el mundo. Ciudades como Pekín, Madrid o Delhi, entre otras, están comenzando a llevar a cabo varias iniciativas con el objetivo de mejorar la calidad del aire.
Ha habido normativas y propuestas que abarcan todo el abanico ideológico, desde la decisión de eliminar de forma rotunda casi todo el tráfico en la ciudad de Oslo dentro tres-cuatro años hasta limitación de aparcamiento y velocidad de circulación en la entrada de la ciudad, tal y como se ha llevado a cabo en los últimos días en los aledaños de la ciudad de Madrid.
Ha sido ahora cuando en la ciudad de Delhi, en la India, se ha decidido prohibir la venta de una gran parte de los vehículos diesel con el objetivo, según cree el órgano legislativo, ayudará a reducir la contaminación. Obviamente, esto tiene unas consecuencias terribles para ciertos fabricantes que tienen presencia en este mercado oriental tales como Toyota, Mahindra, Tata o el trío protagonizado por las marcas premium alemanas. Así, tras la decisión llevada a cabo por el Gobierno, ¿qué se espera en los próximos días?
Delhi prohíbe la venta de determinados vehículos diesel, ¿qué implicaciones conlleva la decisión?
En primer lugar, como no puede ser de otra manera, tiene una implicación en el funcionamiento de la economía. Este frenazo de los fabricantes que tienen en sus catálogos motorizaciones involucradas van a sufrir el castigo de la ley. Pero, ¿qué motores están implicados? Todos aquellos que funcionan con mecánicas diesel y tienen una cilindrada superior a los 2.000cc. Además, las restricciones no se limitan a este carburante. Los camiones tendrán que pagar una tasa el doble de cara de lo que estaba hasta ahora y aquellos que tengan más de 10 años simplemente no podrán circular por la ciudad.
¿A qué se deben esta nueva legislación? Durante el pasado mes de noviembre se registraron datos que reflejaban una contaminación 40 veces por encima del límite establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así pues, estas medidas estarán en vigor durante un periodo de poco más de 3 meses, hasta el 31 de marzo del próximo año más concretamente.
Eso sí, dicha ley tiene carácter revisable por lo que podría ampliarse el periodo si se observa que continúan estando muy por encima de lo establecido por el organismo mundial. Por otro lado, es bueno hacer una pequeña reflexión y es que esta norma no afectará al trozo más grande de la tarta del mercado del automóvil de la ciudad puesto que los diesel únicamente representan un 37% de las adquisiciones, todo lo contrario que en España, donde podría decirse que es una situación totalmente opuesta.
Lamentablemente, este tipo de restricciones se popularizarán por más lugares donde hay grandes núcleos de población. Hasta que el sector del automóvil alternativo no termine de despegar, seguirán aumentando los niveles de contaminación en las metrópolis. Parece que este 2015 es el año en el que se ha tocado techo en materia de contaminación y tras la cumbre del clima que se ha celebrado recientemente en París, todo parece indicar que se llevarán a cabo políticas con tal de reducir las emisiones.