Como puedes imaginar y seguramente sabrás, en esta vida hay mucho ‘listo’ que pasa de contratar una póliza de seguro. Las consecuencias, aunque no lo parezca, tienen su repercusión en el resto de conductores ya que una parte del precio de tu póliza de seguro sirve, precisamente, para contrarrestar lo que ellos no pagan.
Dado que en la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de los vehículos a motor viene recogida la obligación de contratar de un seguro, ya sea a terceros o con la máxima cobertura posible, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha comenzado a utilizar un sistema que permite la detección precoz de cualquier infractor. Así, mediante un radar, es capaz de ver qué coche dispone de un contrato de seguro en vigencia y cual no.
La pregunta a hacerse, dada la probabilidad altísima de ser cazado por un radar situado en una calle muy transitada, es, ¿merece la pena realmente evitar el pago de una pequeña póliza de seguro?
Consecuencias de circular sin seguro y que te cace uno de los nuevos radares
Según palabras del mismísimo organismo de la DGT, actualmente unos dos millones de conductores están circulando en vías públicas con el seguro caducado o simplemente, sin haber contratado uno nunca. La principal consecuencia que esto tiene sobre el resto de los conductores se traduce en un incremento en sus contratos por un valor de 3,5 euros, los cuales van directamente al Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), entidad que se encarga, entre otras funciones, de compensar a todo aquel coche que haya tenido un percance con un vehículo sin póliza de seguro.
Traducido en un porcentaje, en torno al 10% de los conductores no dispone de cobertura de ningún seguro, ¿qué quiere decir esto? Cualquier coche que tengas al lado en un semáforo mientras esperas a que se ponga en verde puede estar infringiendo la ley. Pero vayamos a lo más importante, ¿qué puede ocurrir si no dispones de ningún contrato con ninguna aseguradora y te pilla un radar de la DGT?
Un dato es claro, circular sin una póliza de seguro en vigor puede suponer una multa desde 1.000 euros para el caso de un ciclomotor hasta 2.800 euros si se trata de un camión o un autobus, pasando por unos 1.500 euros si hablamos de un automóvil convencional.
Esta nueva tecnología, unida a otras que ya se han puesto en marcha como los radares de semáforo, incrementarán las arcas de la DGT durante los próximos meses. Eso sí, puede decirse que si eres de los que cumple con la ley y pagas honradamente tu póliza anual, esta es una gran noticia. Como ves, escaquearse del pago a la aseguradora puede salirte mucho más caro si te caza el organismo público.
Puede ser que en el pasado fuese difícil la detección. Tendría que, por un lado pararte la Guardia Civil y, por el otro, que te exigiese el documento acreditativo del pago de la póliza de seguro. Ahora es mucho más sencilla la detección de la infracción y obviamente, a uno se le quitan las ganas de saltarse la ley.