La dieselitis es una enfermedad que sufren la mayoría de personas que se compran un coche. Aunque en los últimos tiempos la conciencia de que un diesel no es la compra óptima para cualquier necesidad ha ido aumentando, aún hay muchas personas que cometieron ese error en el pasado, o que a día de hoy ven el diesel como mejor compra solo porque gastan menos y el combustible es más barato.
Pero no vamos a entrar otra vez en el debate de por qué es mejor una opción u otra de compra, sino en las últimas noticias que nos llegan al respecto desde Francia. Y es que nuestro país vecino sufre casi del mismo porcentaje masivo de diesel, porque al igual que nosotros también los promovimos a principios de siglo, y ahora les está pasando factura.
A pesar de que los diesel sean cada vez más ecológicos, los de la vieja escuela no lo son tanto, y las emisiones de CO2 de las grandes ciudades son altísimas, por lo que los gobiernos se ven obligados a tomar medidas para disminuir los núcleos de contaminación. En América nos conocen como calamares, debido al gran contraste de número de diesel que hay en Europa respecto a Estados Unidos, donde la enorme mayoría del parque automovilístico es de gasolina, y donde no todas las gasolineras sirven diesel.
El primer ministro francés Manuel Valls lo reconoció en su último discurso, donde dijo que el país empezará a calificar a partir del año que viene a los coches en función de lo que contaminen, por lo que las ciudades podrían limitar el acceso a los más contaminantes:
En Francia, hemos favorecido al motor diesel durante mucho tiempo. Esto ha sido un gran error, y lo desharemos progresivamente, de forma inteligente y práctica.
Otras de las medidas que se proponen pasan por subir los impuestos del diesel y subir dos céntimos el litro en 2015. Además, hablan de ayudas de hasta 10.000 euros para aquellos que entreguen su antiguo diesel y se compren un coche eléctrico. El hecho de gravar con más impuestos a los calamares, podría hacer que se redujera drásticamente la proporción del 80%-20% de coches diesel-gasolina en Francia.
Desde luego no son noticias nada buenas para aquellos que tengan un diesel, usuarios a los que de cara al futuro se le ponen las cosas cada vez más feas, con más impuestos y un combustible que subirá de precio. No sabemos si también al sector profesional se aplicarán estos impuestos o se salvarán precisamente por ser un sector donde el diesel sí es lógico.
No nos extrañaría ver algo similar en España, donde las grandes capitales como Madrid y Barcelona sufren de una alta contaminación. Así que si ves las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar.
Un proyecto europeo, proyecto POWERFUL liderado por Renault en el que participan universidades de Francia, España y la República Checa ha llevado a cabo una investigación sobre diferentes soluciones en motores de combustión por compresión y combustión a baja temperatura en la que ha tenido un protagonismo especial el motor diésel de dos tiempos pensado para un uso preferentemente en ciudades.
Se ha publicado sólo el mensaje anterior, no había terminado, en fin, quería añadir que la sustitución de los motores de gasóil está muy lejana por lo que se seguirán desarrallando éstos, no va a ser fácil encontrar sustituto y en mi opinión no serán los de gasolina que han coexistido siempre sino algunos alternativos de los que ahora se están desarrollando y con los que investigan distintas marcas como los de hidrógeno o quizá alguno del que todavía no hemos oído hablar.
Yo soy usuario de motor de gasóleo y no me preocupa en absoluto, mi coche está amortizado respecto a su homólogo de gasolina y cada vez que voy al surtidor es como si me encontrara algún billete.
[…] tema de las medidas que impondrá Francia para frenar la contaminación de París está dando mucho que hablar. De hecho, deberíamos de llevar cuidado porque en España podrían […]