Continúa acercándose, con gran velocidad, el día que todos los aficionados a la conducción tememos, el día en que los coches se conduzcan por sí solos. En ello esta trabajando Google, esta misma mañana ha presentado su nuevo prototipo de coche autónomo el cual nos ha dejado boquiabiertos por su estética y su concepto de conducción autónoma.
La unidad de prueba que se muestra en el vídeo de a continuación no dispone de volante ni pedales, tan solo de un botón de parada de emergencia situado para ser capaces de controlar el coche en el caso de un posible accidente. Sin embargo, las 100 primeras unidades que fabricará la empresa americana sí dispondrán de estos elementos de control para ser testados en carretera abierta, eso si, una vez refinados, los modelos finales de producción carecerían de ellos.
La idea de Google es crear un producto sustitutivo a los taxis convencionales, mucho más competitivo en precio, de manera que los clientes deberán solicitar el servicio de transporte de este pequeño coche a través de una aplicación previamente instalada en su smartphone, ésta enviará su localización a la empresa y les mandará uno de estos coches al sitio en el que se encuentren.
Sin duda es una idea innovadora que pondrá en apuros al sector del taxi como transporte público, al menos en los trayectos urbanos, en los que el pequeño de Google ofrece una mayor eficiencia que un taxi convencional. Esto es debido al gran ahorro en costes sobre el que se sostiene este proyecto, que es la ausencia de conductor.
Por lo tanto tenemos que pensar que el modelo de negocio de los taxis convencionales requiere un “empleado” para cada vehículo, cuyo salario depende directamente de la rentabilidad de su propio taxi. Una vez destacada esta obviedad debemos de tener en cuenta la ventaja competitiva de Google en este aspecto, ya que gracias a la conducción autónoma no tiene gastos en personal para conducir los vehículos, lo que le permite ofrecer unos precios mucho más atractivos a los consumidores de este tipo de servicio.
Con las cartas sobre la mesa, y en respuesta al título del artículo, podemos llegar a pensar que cuando este servicio salga al mercado se lo va a poner muy difícil al sector del taxi, ya que es muy posible que los clientes se decanten por el producto de Google debido a su reducido precio. Sin embargo, para saberlo con certeza, no tenemos más que esperar y observar cómo reacciona el mercado ante este vehículo tan poco agradable a la vista.
Yo sigo sin ver a los coches autónomos, sin supervisión humana. La inteligencia artificial tiene muchas lagunas y pueden darse mil circunstancias que no hayan sido consideradas en la programación.
Y este coche encima sin volante y pedales, donde la intervención humana no es posible. Yo lo veo una utopía inviable la verdad.
Está bien la conducción semiautónoma de muchos coches actuales, pero dejar a una máquina tomar decisiones tan pasionales como son las de circular en el tráfico, lo veo una locura.
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