No seré yo el que critique este servicio puesto que puede favorecerte o perjudicarte. Cabreo asegurado si te acercas a tu coche y ves que hay otro coche que obstaculiza la salida sin el dueño dentro para que lo retire. Entonces, piensas… no pasa nada, lo empujo y ya está. Te apoyas en el vehículo y comienzas a tirar, no se mueve. Te asomas a la ventanilla y ves que el freno de mano está echado. Eso, o es automático. Con los nervios subidos de tono, te dispones a meterte en tu coche y empiezas a pitar, atrayendo todas las miradas de los transeuntes. Finalmente, tras algunos minutos si eres muy paciente, decides llamar a la grúa.
Esta acción, según legislación municipal de cada consistorio, conlleva diferentes consecuencias a nivel económico. Según el último informe de la OCU en el que se incluye el estudio de 52 consistorios y que data del 6 de abril de este año, la multa puede variar según se de el caso en una ciudad u otra.
De qué está compuesta la multa y cual es la situación en España
En primer lugar, el pago de la cuantía total se puede fragmentar en tres tramos, siendo el peor caso el que se cumplen todos. Por un lado está la circunstancia de si el conductor del vehículo mal estacionado llega antes de que la grúa finalice la acción de carga para llevárselo al depósito, lo que se denomina tasa de interrupción. Por otra parte, se da el caso de llegar a por el vehículo y encontrarse con que no está y con la famosa pegatina con el símbolo de una grúa pegada en el en suelo. Esto supone un desembolso mayor, puesto que ya se considera tasa de retirada. Por último, si se da el segundo caso, habrá que sumarse otro pago más, el de la estancia del vehículo en el depósito municipal.
En el primer caso de ellos, el menos perjudicial de todos, el funcionario de turno podrá descontar la mitad del importe de la multa o incluso todo el montante al dueño, siendo devuelto el vehículo del propietario. Esto únicamente ocurrirá en Barcelona, Huesca y Tarragona. Para el caso contrario, aunque el propietario del vehículo mal estacionado llegue antes de que la grúa se lo lleve, no se librará del pago íntegro de la tasa en las ciudades de Vitoria (140 euros), Albacete (128 euros) y Cáceres (100 euros).
Si el conductor se encuentra con la sorpresa de no encontrar su coche y al mirar al suelo descubre la dichosa pegatina de color fluorescente, sabe que debe acudir cuanto antes al depósito municipal de la localidad en la que se encuentre. Eso sí, que no olvide en casa la cartera con una tarjeta de crédito con fondo o dinero en efectivo en forma de billetes, puesto que no suele salir barata la broma. Es más, de media, habrá que efectuar un pago de 97 euros. De forma más detallada, habrá que desembolsar una cuantía mayor si se produce esta situación en Zaragoza (180 euros), San Sebastián y Valencia (152 euros), Sevilla (150 euros), Barcelona (148 euros) y Madrid (148 euros).
Si pese a lo anterior todavía se está dispuesto a pagar más, este servicio te garantiza esta opción. Entra el juego el rescate del vehículo del depósito municipal. En este espacio, por el cual pasan continuamente las grúas cargadas con vehículos de potenciales conductores cabreados, se guardan los vehículos hasta que sus propietarios se acercan al parking para rescatarlos. En numerosas localidades, además del pago de la tasa de retirada, habrá que desembolsar una cantidad por el tiempo exacto que esté, calculado en minutos.
Pese a que en la legislación está contemplado así, lo cierto es que en la práctica se contabiliza como horas. En el estudio realizado, la media está estipulada en 5 euros por hora pasada en el recinto, pero la verdad es que en numerosas ocasiones se imputa un gasto equivalente a la estancia del vehículo un día entero. Entre las ciudades que aplican un mayor importe destacan Zaragoza (25 euros) y Soria (22 euros).
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En definitiva, más vale prevenir que curar, por lo que es mejor salir 10 minutos antes de casa y dedicar ese tiempo extra a la búsqueda de aparcamiento en zona permitida. Sobre todo, para evitar ver como hay un apunte en color rojo innecesario en la cuenta bancaria por este motivo y la pérdida de tiempo que conlleva todo el papeleo y la recuperación del vehículo.