La industria del automóvil, en sí, no ha sufrido grandes cambios en los últimos años. Sí, obviamente, la mayor eficiencia y la tecnología ha permitido a los ocupantes poder alcanzar mayores velocidades con un menor consumo y disponer de novedosos sistemas de seguridad que contribuyen, año a año, a la reducción del número de accidentes y pérdidas mortales. En cambio, la movilidad más generalizada se sigue sustentando en un volante, pedales de acelerador, freno y en muchas ocasiones embrague.
La última revolución en la industria podría estar al cargo de Elon Musk, uno de los visionarios más famosos del mundo tras haber fundado Paypal, Space X y Tesla Motors. Hasta ahora, sabemos cual es su opinión acerca de la movilidad. No contento con ello, decidió llevar a cabo su proyecto más ambicioso, crear su marca de vehículos eléctricos. Tesla Motors Inc. es, sin duda, el negocio más rentable del magnate sudafricano. Ahora, pretende crear un producto puramente sustituto en el medio plazo, Hyperloop, el transporte colectivo del futuro.
Hyperloop, más cerca de lo que uno puede pensarse
Elon Musk no ha dejado de lado la guinda del pastel, la cual le posicionaría como la persona que ha llevado la movilidad a una nueva dimensión. Su propósito de romper los tiempos en el transporte terrestre podría estar más cerca de lo que casi todos podemos pensar. De hecho, una persona de confianza del inversor, Bibop Gresta, recientemente ha hecho unas declaraciones muy jugosas, dejando entrever que podrían iniciarse las obras para garantizar las pruebas piloto en este mismo año.
En tres años podremos tener al primer pasajero a bordo del Hyperloop.
Según los primeros estudios, en términos financieros es un proyecto complicado. Se cree que la primera fase de construcción del ‘transporte del futuro’ rondará los 7.000 millones de dólares de inversión. Obviamente, Elon Musk posee una fortuna mayor pero se espera que en los próximos años el lanzamiento del Model X y las ventas que ya le otorga el Model S incrementen los rátios de beneficios, incrementando su fortuna personal.
Ello permitiría al Hyperloop obtener la financiación necesaria para garantizar el éxito de la movilidad sostenible. ¿Sostenible? Por supuesto ya que la energía capaz de transportar a los pasajeros se conseguirá a través de un conjunto de placas solares, dejando a un lado el uso de las fuentes de energía basadas en los bienes fósiles. Una vez más, se puede observar como esta idea encajaría a la perfección con los valores que siempre ha defendido Elon Musk.
Las afirmaciones de Bibop Gresta esconden detrás el inicio de un proyecto que podría comenzar en la primera mitad de este mismo año. El objetivo primordial es construir la infraestructura necesaria para hacer las primeras pruebas. Las obras podrían comenzar en estos meses con un total de unos 8 kilómetros en Quay Valley, California. Se esperaría, por tanto, poder tener una estrategia real en el año 2018. A partir de ese momento y, si las legislaciones de los países lo permitiesen, se pasaría a una fase de producción a gran escala para dotar una gran parte del territorio terrestre mundial de una nueva generación en la movilidad.