¿Conoces a Ken Block? Sí, el piloto más conocido por sus increíbles gymkhanas que por el número de victorias en rallyes del calendario oficial. Hace poco más de un año, sacó a la luz la última de sus aventuras. Tras seis recreaciones en diferentes lugares adecuados para la ocasión, decidió hacer público la última de sus locuras. El protagonista fue un Ford Mustang del año 1965 del que más bien quedaba bien poco de la versión original.
Todo aquello -cuyo vídeo puede verse bajo el artículo- causó tanta sensación que hasta figuras importantes del automovilismo no pasaron inadvertidas ante el conjunto de maniobras que ofrecía el muscle car de los años sesenta. Así pues, ahora se ha conocido a través del portal Auto Motor und Sport que el mismísimo Lewis Hamilton, tricampeón del campeonato de la Formula 1, quiso ofrecerle a Ken Block una suma de dinero por el vehículo modificado. ¿Valdría la pena comprar un coche así?
Al Ford Mustang ‘Hoonicorn’ le salen las primeras novias
Como no puede ser de otra forma, un compañero de profesión debería ser el primero en pujar un vehículo como este tipo por lo que hay detrás de la escenificación. Lewis Hamilton, al quien ya hemos podido ver haciendo sus propios pinitos en esto de los ‘donuts’, se interesó por la monstruosa creación del piloto de rallyes. Con este adjetivo no quiero referirme a su imagen exterior sino más bien qué representa.
Como cualquier otro muscle car americano, el preciado motor V8 seguía estando bajo el capó de un coche que tuvo que crecer unos cuantos centímetros a lo ancho. En vez de mantener uno de aquella época, se recurrió a otro para extraer un total de 845 CV de potencia. ¿Puedes imaginar el par que sería capaz de sacar? Además, tal y como debe ser en la conducción típica de rallyes, se hizo uso de una transmisión manual de 6 velocidades para transmitir la fuerza a un sistema de tracción integral Sadev con el objetivo de mejorar el agarre en pista.
Sola hace falta ver las imágenes para saber la cantidad de horas que llevó su desarrollo. No han trascendido las cifras del precio que puso Ken Block para deshacerse de una de las bestias más potentes de su colección. ¿Coincidió el accidente de Lewis a los mandos de su Pagani Zonda con la propuesta de compra del pony car americano? No se sabe pero lo que es seguro es que el valor sentimental de este vehículo para el conductor de las gymkhanas es superior a una cifra de seis dígitos por su venta. Es más, hace relativamente poco, en una entrevista destacó la siguiente pregunta retórica:
¿Por qué debería gastar un par de cientos de miles de dólares en una coche que fuese más lento que mi coche de rallyes?
Así pues, todavía habrá que esperar para que el increíble vehículo modificado cambie de manos. Mientras tanto, todos los apasionados del motor seguimos a la espera de la puesta en marcha de la octava representación llena de derrapes, burnouts y demás postureo que hay en sus escenografías. Hasta que podamos analizarla aquí, disfruta de la última que llevó a cabo en las calles y alrededores de Los Angeles en 2014.