A menudo, los políticos y más aún estos días de atrás, realizan continuas declaraciones a favor del transporte sostenible. Subvención al coche eléctrico y al medio público, así como fomento del uso de bicicleta no faltan en ninguno de sus mítines con tal de llevarse al bolsillo los votos de la gente con mentalidad ecofriendly.
Si bien es cierto que ya han comenzado en algunas ciudades europeas la prohibición de entrar al centro de la ciudad en coche con motor de combustión como es caso de París para el próximo 2016 o el proyecto que se quiere llevar a cabo en Madrid, realmente cuesta mucho de llevar a cabo. Únicamente tendría sentido si el transporte urbano fuese eficiente y si las calles fuesen acondicionadas para el uso de la bicicleta.
De la realidad a lo soñado hay un mundo, por ello, surgen nuevas reglamentaciones en el organismo vial que, depende de la forma en la que se mire, puede acarrear normas regulativas o recaudatorias y puede desincentivar, y mucho, la presencia de ciclistas camino al trabajo por las mañanas. ¿Qué pretende la Dirección General de Tráfico en relación al sector de las bicicletas?
Regulación en el mercado de las bicicletas
Para Mónica Colás, subdirectora general de Intervención y Políticas Viales, el uso de la bicicleta es un medio de transporte económico, no contaminante y sostenible. Además, recalcó en el encuentro nacional sobre la bicicleta celebrado en el Centro Superior de Educación Vial que la DGT apuesta por el crecimiento y cultura de la bicicleta.
Una vez aclarada la opinión de una persona influyente dentro de esta organización del ente público, es importante destacar el peligro que conlleva esta presunta defensa de este medio de transporte. Con una historia más longeva que la del automóvil es ahora cuando se les ocurre la genial idea de pensar en una futura puesta de tributos y seguros obligatorios. Momento que coincide con el futuro e inevitable establecimiento de leyes restrictivas por la contaminación y que consecuentemente, puede hacer disminuir el número de coches en activo,
¿Es lógica la propuesta que se rumorea proveniente de la DGT?
Actualmente, como una gran cantidad de bienes, las bicicletas pueden asegurarse con tal de obtener una mayor tranquilidad. Pero ello, es opcional, si se quiere se adquiere la póliza o si se quiere jugar con un cierto riesgo no se contrata, así de sencillo. En cambio, si se estableciese una obligación ya conllevaría el tener que pagar una cuota que provocaría una menor demanda para un grupo de personas con una elasticidad-precio de la demanda alta.
Hasta aquí puede entenderse. Una mayor presencia de bicicletas en las calles circulando con los coches puede provocar que, ante una situación de siniestro, las aseguradoras se encarguen de todo el papeleo y posibles reparaciones. Está claro que cada caso es un mundo y, por tanto, habría que verse inmerso en cada situación para defender o no, la idoneidad de un seguro en la bicicleta.
Una vez que a los seguros se añade también un pago de una licencia y una matrícula, la cosa se enreda. ¿Es este un buen mecanismo para mejorar la situación actual de las ciudades o realmente, se han visto influenciados por el lobby o grupo de presión de la industria del automóvil? Lo que está claro es que todo tiene su cara y cruz de la moneda. El establecimiento de una licencia que se conseguiría tras pasar un examen permitiría poner en conocimiento de todas los ciclistas el reglamento de la seguridad vial. En su contra está el hecho de tener que pagar por un título que hasta ahora no ha existido y por tanto, no ha supuesto ningún coste.
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Nos duela o no, son soluciones que conllevarían más problemas que beneficios, por lo menos, en el corto y medio plazo. En el caso de que finalmente entrasen en vigor, el mercado de las bicicletas sufriría un golpe duro. Habría que ver también cómo afectarían el seguro obligatorio y la licencia y matrícula a aquellas que son eléctricas. Actualmente se recibe una subvención que entra dentro de las ayudas que aporta el Estado pero qué ocurriría en el futuro, ¿Libraría del pago de licencia a cambio de ahorrarse la adjudicación de las ayudas?
Tema delicado es este. Habría que tener multitud de variables en cuenta para determinar si es una política que garantizará el desarrollo de la bicicleta en las áreas urbanas.