Esto no es nada nuevo; que un Guardia Civil pueda multar por cualquier motivo, por ridículo que parezca, ya no nos sorprende a nadie, lo cual hace levantar de nuevo la eterna sospecha que todos los conductores tenemos sobre el presunto afán recaudatorio por el que se mueve la Benemérita.
Nos encontramos en la A-23, a la altura de la localidad zaragozana de Cariñena. El conductor de un camión se ve obligado a detener su vehículo en el arcén tras sufrir una avería, cuando transcurridos solamente un par de minutos una pareja de la Guardia Civil se acercó hacia el lugar donde se encontraba.
Sin embargo, en vez de prestarle auxilio ante su situación, estos agentes determinaron que lo más propicio era multar al conductor con una sanción de 200 euros por literalemente “parar en autovía o autopista, no siendo zona habilitada al efecto.”
Evidentemente, nuestro protagonista no daba crédito a lo que estaba sucediendo, e invitó a los agentes de seguridad vial a que comprobaran el tacógrafo para verificar que no llevaba ni dos minutos parado en el arcén y que además lo había hecho por sufrir una avería, a lo cual, hicieron caso omiso.
Así que tal fue la frustración de este conductor, que no ha dudado en compartir tales hechos en una conocida web de transportistas, donde además ha expresado que en sus 20 años de trabajo jamás se había sentido como si le hubieran atracado.