El gigante General Motors es consciente de que la electricidad va a ser el pilar fundamental de la movilidad en los próximos años. Ante esta tendencia han asimilado que la pila de combustible de hidrógeno podría tener los días contados si no se consigue una innovación rápida que permitiese lograr una mayor eficiencia.
Lo cierto es que la inversión realizada en torno a la pila de de hidrógeno difícilmente logrará imponerse a la situación actual. Sin embargo, desde el holding estadounidense siguen creyendo que sí que tiene futuro. Al menos así lo piensan tras es el desarrollo de un vehículo militar que tendrá su aparición en el próximo mes de octubre.
Así pues, parece ser que la industria militar sí que podría ser el principal aliado de las motorizaciones empujadas por esta fórmula alternativa. Ahora bien, ¿qué obstáculos tiene ante sí esta tecnología?
La pila de combustible de hidrógeno y la industria militar probarán suerte
El modelo que será presentado en Wasington DC partirá de la base de la pick up Chevrolet Colorado, un vehículo que ya ha demostrado su robustez cuando el firme no es asfaltado. Para entonces habrá pasado casi un año y medio desde la firma de un contrato entre la compañía y TARDEC (Asociación de Ingeniería Automovilística de Tanques del Ejército de Estados Unidos) con el objetivo de la producción de un modelo específico con esta tecnología.
La nueva estrategia del ejército de Estados Unidos se basa en tres apartados; el uso del agua, la sonorización de los motores y la posibilidad de dotación energética. Ahora bien, ¿qué buscan en esta estrategia?
Uso de agua: La pila de combustible de hidrógeno es capaz de generar agua por la fusión química que se produce. Así pues, ante una misión específica en la que un batallón quedase incomunicado, podría contar con un abastecimiento mínimo para soportar las horas siguientes al suceso.
Insonorización de los motores: Todos sabemos que los motores diésel característicos de tanques y maquinaria pesada produce un traqueteo audible desde una distancia. El uso de este tipo de motorizaciones podría mejorar el efecto sorpresa en una supuesta escaramuza. Lógicamente la reducción del ruido no es completa ya que siempre hay un rozamiento pero sí que quedaría mucho más camuflado.
Dotación energética a terceros: Es capaz de generar energía para que otras aplicaciones puedan funcionar. Dotar de electricidad otros aparatos podría permitir sacar de un aprieto a algún que otro batallón en apuros.
¿Ha llegado el momento de que esta fuente de energía alternativa encuentre su posicionamiento? Lo cierto es que dispone de muchas más ventajas pero el precio de llenar el tanque es su mayor lastre puesto que es mucho más caro que enchufar un vehículo eléctrico a la corriente.
Quizás, teniendo en cuenta el tipo de vehículo, tenga mucho más sentido incluir esta tecnología en la industria militar. Es posible que en el futuro la flota de cada ejército vaya incluyendo más y más unidades de pila de combustible de hidrógeno. Tan solo queda esperar y ver qué ocurre en el sector en los próximos años.