El Plan PIVE 7 está ocasionando más problemas de los que a muchos les gustaría. Sin embargo, y podemos respirar hondo, tendremos Plan PIVE 8. Eso sí, será la última renovación de esta ayuda gubernamental que pretendía potenciar las ventas de coches. Una vez que acabe el PIVE 8 seguramente veamos como los precios de los coches suben como la espuma, y como las ventas se descalabran como no pasaba en años.
Así lo anunciaba esta semana el Ministro de Industria Juan Manuel Soria. En los próximos días conoceremos todos los detalles del Plan PIVE 8 —aunque ya sabemos que habrá cambios respecto a planes anteriores—, así como el presupuesto que habrá y las subvenciones. Recordemos que el mercado creció casi un 24% en el último cuatrimestre y las previsiones de ventas de coches en este ejercicio 2015 aspiran a unas ventas superiores al millón de vehículos.
Según el ministro, el Gobierno considera Plan PIVE una inversión rentable. Ya que 1000 euros los aportaba el Estado y los otros 1000 euros los ponía el fabricante. Además, esta subvención estaba sujeta a retenciones como ingreso en la tributación del IRPF. A esto hay que sumar la subida del IVA, y que cuantos más coches se vendieran, más recaudaba el Estado a raíz del IVA. Así que sí, se puede decir que el PIVE le ha salido redondo al gobierno de Rajoy.
Y es que el PIVE se creó como medida cautelar para remontar la caída de ventas que tanto daño hicieron a los fabricantes con la crisis. El Plan PIVE nunca fue una solución, solo un parche que antes o después se acabaría. Pero la gente está acostumbrada a comprar coches “baratos”, y ahora quitarles el caramelo puede hacer peor el remedio que la enfermedad. Puede que en el último PIVE la subvención sea menor para hacer el batacazo más llevadero.
FACONAUTO comenta al respecto que el Plan PIVE debería de existir al menos hasta que el mercado llegue a las cifras anuales de alrededor de los 1,2 millones de matriculaciones, que serían los coches que deberían matricularse según estimaciones del crecimiento de la renta per cápita y el PIB.
Así que o alguien pone alguna clase de subvención para comprar coches, o el mercado se va a asentar, con lo que los usuarios no se animarán tan fácilmente a reciclar su viejo coche en pos de uno nuevo. ¿Que la DGT quiere renovar el parque automovilístico español? Pues así desde luego no ayudan. Aún así, podemos darnos con un canto en los dientes, porque nadie se imaginaba cuando vimos el primer Plan PIVE que fuéramos a ver tantas renovaciones del mismo.