Uno de los mayores miedos a la hora de adquirir un coche nuevo es el coste del seguro, un extra a pagar todos los años a tener muy en cuenta. En un coche de gasolina o diésel podemos hacernos a la idea del importe a pagar por contratar una póliza pero, ¿qué pasa si compramos un vehículo eléctrico? ¿Es más caro o más barato el seguro?
Uno de los principales problemas actuales es la contaminación del aire y la cantidad de gases nocivos que se emiten, sobre todo, en las grandes ciudades. Para luchar contra esto se han implementado medidas para incentivar la compra y uso de vehículos alimentados por energías alternativas.
Sin embargo, según datos del Instituto de Estudios de la Automoción, solo uno de cada 100 vehículos comprados en España el último año es eléctrico o híbrido enchufable. A pesar de esto, los datos arrojados por un estudio de Acierto.com indican que un 69,9 % de los españoles está dispuesto a pagar más por tener un vehículo responsable con el medio ambiente.
Y es que los precios de los seguros también son más caros que los de sus homólogos de gasolina. Según datos de Acierto.com, un seguro de coche eléctrico a todo riesgo sin franquicia puede resultar hasta un 28% más caro, suponiendo un coste total a lo largo de la vida útil del vehículo cercano a los 1750 euros.
“Es fundamental comparar los tipos de coberturas de los seguros, pero más aún en el caso de coches eléctricos, que tienen características muy específicas. Por ejemplo, la asistencia en carretera y desde el kilómetro 0 es muy importante, puesto que los coches eléctricos tienen una autonomía limitada”, explica Carlos Brüggemann, cofundador de Acierto.com.
Las ventas de coches eléctricos no despegan
En 2015 solo se vendieron 2.000 turismos de estas características, cifras que están muy lejos de otros países de Europa como Alemania (que la triplica) o Francia (que la sextuplica). Otros países con una mayor venta de estos vehículos son Holanda (50 veces superior a la cifra española) y Noruega, donde casi 1 de cada 4 vehículos es eléctrico.
Según datos de la asociación de fabricantes (Anfac), la tendencia va en aumento, ya que en 2016 se vendieron 4.746 unidades en España.
Es difícil identificar el motivo de estas diferencias, pero las ayudas del Estado parecen ser uno de los factores clave. Las ayudas del Ministerio de Economía que otorgan a través del Plan MOVEA para fomentar la compra de estos vehículos ascenderán en 2017 a 16,6 millones de euros, la misma cantidad que el año anterior, a pesar de que España sigue siendo uno de los países europeos que menos ayudas destina a este fin.