Has visto el titular y has entrado para ver cómo sería posible. Pensarás que ya están más que pagadas las carreteras que se hicieron décadas atrás y creerás que se trata de una broma de mal gusto. Pues no, lamentablemente podría entrar en vigor una ley que estableciese una tasa para los conductores para circular por las autovías y autopistas del país.
El Parlamento Europeo debatirá en los próximos días la introducción de una tasa que debería pagarse para circular por las vías fuera del entorno urbano. El sistema de pago sería parecido al que actualmente pagan aquellos vehículos que pesan más de 3.5 toneladas de peso. Ahora bien, ¿qué escenarios y qué consecuencias pueden tener estas polémicas medidas?
Quién lo propone y cómo se llevaría a cabo si se admitiese a trámite
En primer lugar, es importante delatar quién ha sido la persona encargada de anunciar esta ‘solución’. Ha sido la empresa concesionaria de autopistas Abertis la que ha llevado a cabo la propuesta ante el mayor organismo europeo a nivel legislador. Tal y como imaginarás, esta compañía ya gestiona algunas de las autopistas de peaje que tanto dinero le está costando al erario público por cláusulas irresponsables.
Es cierto que este sistema, conocido como Euroviñeta, está ya presente en la legislación intracomunitaria. Mediante la mencionada Euroviñeta, los vehículos de gran tonelaje están obligados al pago de una tasa si desean circular por cualquier autovía o autopista europea.
Sin embargo, esta obligación, la cual figura en la Directiva 1999/62 del Parlamento Europeo, es competencia de cada uno de los Estados miembros por lo que al fin y al cabo todo depende del país que quiera aumentar sus ingresos a costa de este tributo.
Ahora bien, ¿qué es lo que se va a votar y qué repercusión puede tener en nuestro bolsillo? El Parlamento Europeo deberá decidir, en primer lugar, si esta medida afectará a turismos y furgonetas que sitúen su peso por debajo de las mencionadas 3.5 toneladas.
En segundo lugar, la medida podría afectar sobre la decisión unilateral de cada país para decidir si puede aplicar o no la nueva normativa. En caso de que contasen con el apoyo de la cámara, en un futuro no tan lejano podríamos tener que pagar un peaje cada vez que nos dispusiésemos a conducir por carretera.
Por ello, los más perjudicados seríamos los que cogemos cada día el coche para ir a trabajar o bien, para disfrutar de nuestra mayor pasión, la conducción. ¿El mayor beneficiado? Las compañías concesionarias que se harían cargo de la gestión y, en última instancia, hacienda.