El último accidente de un autobús escolar registrado en Fuenlabrada (Madrid) y en el que han resultado heridos una veintena de niños ha coincidido prácticamente con la última campaña de vigilancia de este tipo de transporte puesta en marcha por la Dirección General de Tráfico (DGT).
Por este motivo, y tras los resultados difundidos por la propia DGT sobre esta campaña especial, hemos querido conocer cuáles son las principales imprudencias que se cometen con los vehículos destinados al transporte escolar como protagonistas.
Más de 2.000 vehículos dedicados al transporte escolar y de menores han sido controlados durante la campaña realizada entre el 16 y el 20 de enero para comprobar que los vehículos dedicados a este tipo de transporte cumplen la normativa establecida.
Durante estos cinco días de campaña, se ha constatado que de los 2.081 vehículos controlados que se dedican dedicados a este tipo de transporte 776 han sido denunciados sobre todo por irregularidades administrativas.
Por ejemplo, no disponer de la autorización especial para realizar transporte escolar ha supuesto la denuncia a 581 vehículos por no tener suscrito un seguro de responsabilidad ilimitado, como exige la ley, ha dado lugar a 167 denuncias.
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil también han comprobado que 64 vehículos de transporte escolar presentaban deficiencias en las puertas de servicio y emergencias, así como en sus dispositivos de accionamiento.
Por último, en lo que se refiere al exceso de tiempo de conducción o minoración del descanso, 2 conductores fueron denunciados por este motivo y otros 26 por no llevar a bordo del autocar una persona encargada del cuidado de los menores, cuando así procedía.
Respecto al cinturón de seguridad en aquellos vehículos que los llevan incorporados, en las inspecciones realizadas por los agentes, se constató que en 8 casos, denunciados no se hacía uso de los mismos.
El alcohol no suele estar presente en las infracciones
Hay que destacar en esta campaña que ningún conductor dio positivo ni en la prueba de alcoholemia ni en la de drogas. Aunque si existen casos recientes como el de dos conductores que duplicaron la tasa de alcoholemia el pasado mes de noviembre.
En 2015, los autobuses escolares se vieron implicados en 27 accidentes (14 en vías interurbanas y 13 en urbanas), en los que no falleció ninguna persona aunque 9 ocupantes resultaron heridos. La preocupación de la DGT para que el transporte de menores se realice de forma segura lleva a los agentes a realizar permanentemente controles en este tipo de vehículos.