Cuando uno se pone al volante de un superdeportivo de 1.360 CV y exprime su rendimiento en busca de un récord mundial pueden suceder cosas como esta: un Koenigsegg One: 1 totalmente destrozado tras un grave accidente en el circuito de Nürburgring Nordschleife cuando trataba de hacer el mejor tiempo jamás registrado en el trazado, algo que ya consiguió en el circuito de Suzuka.
El tremendo impacto tuvo lugar en una de las zonas más delicadas de la pista. El piloto no pudo mantener el control del Koenigsegg One: 1 y chocó contra la barrera de protección del circuito, saliendo el coche disparado incluso por encima de ella. Inmediatamente el modelo sueco empezó a arder pero el propio piloto, que por suerte no sufrió daño alguno, pudo extinguir el incendio con un pequeño extintor.
En un primer momento se pensó en un exceso de velocidad por parte del piloto a la hora de afrontar este tramo, pero las investigaciones posteriores de Koenigsegg han revelado que el problema se debió a un fallo en el modulo del ABS. Lo cierto es que, como puedes ver en las imágenes, el superdeportivo quedó literalmente destrozado. Varios millones de euros -nunca hemos llegado a saber el precio exacto del Koenigsegg One: 1- tirados a la basura.
El Koenigsegg One: 1 busca ser el más rápido en el “Infierno Verde”
Las pruebas realizadas por el Koenigsegg One: 1 en el circuito alemán, popularmente conocido como “Infierno Verde”, tenían un objetivo claro: convertir al modelo sueco en el más rápido sobre el asfalto. Para ello había que batir un tiempo casi estratosférico, el marcado por el Porsche 918 Spyder, que paró el crono en 2013 en unos espectaculares 6 minutos y 57 segundos.
Desde el fabricante sueco están convencidos de poder pulverizar este récord, y ya han anunciado que más pronto que tarde volverán a pisar terreno alemán para convertir al Koenigsegg One: 1 en el coche más rápido del planeta.
Koenigsegg One: 1, 1360 CV y 1360 kilos
Apenas cuenta con 22 años de vida, pero en ese tiempo Koenigsegg ha sido capaz de crear algunos de los superdeportivos más rápidos sobre la tierra. El último ejemplo es el Koenigsegg One: 1, un modelo con una relación peso/potencia de 1 CV por kilo.
La mecánica capaz de rendir semejante barbaridad de caballos es un bloque V8 biturbo de 5.0 litros asociado a una transmisión de doble embrague de siete velocidades. Fabricado completamente en aluminio, este motor sólo marca 197 kilos sobre la báscula, algo que parece casi imposible de creer.
También asombran las cifras que es capaz de registrar el Koenigsegg One: 1. Su aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora se consigue en solo 2,5 segundos y es capaz de rodar a 400 km/h. Números que sin duda invitan a pensar en un próximo nuevo récord en Nürburgring Nordschleife.