Parece que no hay discusión cuando nos referimos al futuro del sector del automóvil. Pese a que hay varias alternativas para sustituir a los motores de combustión, todo parece estar preparado para que la electricidad sustituya al petróleo. Es cierto que hay otras fuentes de alimentación con un grado de eficiencia alto pero la expansión de productos como los que oferta Tesla no hacen más que incrementar esta posibilidad.
Así pues, las empresas que compiten en el mercado irremediablemente deben invertir para no quedarse atrás. En este proceso, el cual afecta a todas aquellas que quieren tener un futuro en la industria, se han visto implicadas algunas de las que estarían más recelosas al cambio. Un buen ejemplo de ello es Aston Martin, firma británica que combina a la perfección la elegancia con el carácter deportivo de los italianos. Con un diseño vanguardista, ofrece una única berlina en su catálogo, la cual se denomina Rapide.
¿Podemos imaginar un Aston Martin Rapide eléctrico?
A efectos estéticos, se puede apreciar como continúa ofreciendo el mismo diseño que un Rapide convencional. Hasta el remozado por Ares ha sufrido más cambios a nivel de carrocería que esta versión. Dado por sabido que los motores de combustión necesitan una refrigeración, ¿es necesario que esta unidad especial la monte? Obviamente se trata de un simple concept pero gracias a ello, se confirma la inversión llevada a cabo por la marca para investigar acerca de esta energía alternativa.
A nivel de concepto, ya se sabe que este modelo compite de tú a tú con los Maserati Quattroporte o los Porsche Panamera en sus versiones más potentes. Pero al introducir esta versión eléctrica, debería hacérsele un hueco al Tesla Model S. Es cierto que aún no se podría saber con qué versión debería hacerse una comparación puesto que aún no han trascendido datos en referencia a potencias y demás especificaciones técnicas. De la marca norteamericana sí que se sabe que hay una actualización denominada 90D, pero todo parece indicar que los británicos aún tardarán en conseguir el know how con el que sí que cuenta la firma de Palo Alto, cuyo CEO es Elon Musk.
Así pues, todavía es precipitado para saber si Aston Martin apuesta por la introducción progresiva de motorizaciones eléctricas. Lo que sí que está claro es que o las empresas del sector se reinventan o sufrirán las consecuencias de un escenario disruptivo, que es precisamente el cambio de tecnología en los próximos veinte o treinta años, periodo que coincide con el fin de las reservas de petróleo según las estimaciones de muchos estudios.
Es cierto que el actual Rapide no ha cosechado grandes cifras, no ha sido un exitazo en el mercado. Ya sea por el abultado precio o por la presencia de competencia, la verdad es que no ha sabido posicionarse en el mercado. De esta forma, es decir, convirtiendo en realidad este proyecto, podría ser la mejor manera de devolver el prestigio a esta berlina, ofreciendo, eso sí, una autonomía y prestaciones acordes con el valor económico del coche.