Los motores de 12 cilindros en V son cosa del pasado…y aún del presente. Con el paso del tiempo, estas mecánicas están quedando en desuso por haber encontrado soluciones más efectivas a la hora de montarse en coches de alta cilindrada. Cualquier aficionado al mundo del motor sabe qué esconde esta motorización pero las compañías se ven abocadas a reducir el número de cilindros en favor de la adición de turbos, técnica conocida también como downsizing.
De esta forma, marcas legendarias como Pagani o Aston Martin, las cuales emplean principalmente motores V8 y V12, están viviendo a expensas de lo que pueda pasar, un cambio en el modelo de producción de propulsores. Concretamente, desde la firma inglesa se ha querido dejar claro que se va a hacer todo lo posible por mantener viva la filosofía de la compañía y eso quiere decir que la docena de cilindros continuará entrando en los planes estratégicos en los próximos años. Esas afirmaciones están muy bien de cara a la galería pero, ¿basta con cortar las especulaciones?
Aston Martin y los motores V12, continuará la relación
El Aston Martin Vulcan es el último ejemplo de la rebeldía de la compañía hacia todos aquellos gobiernos que están imponiendo restricciones en materia de anticontaminación. Más allá de crear rumores y habladurías sobre una reducción de la cilindrada, fuentes internas han querido dejar claro que lo más puro de la marca es la tenencia de sus motores de gran cubicaje.
A decir verdad, los motores V12 están quedándose atrás. Además del rechazo de las leyes anticontaminación, un mayor consumo y un mayor peso son las principales causas de su declive en favor de propulsores más contenidos. Quizás, el mayor exponente de su caída es la firma AMG, la cual siempre ha presumido de sus propulsores hasta la implantación, en prácticamente toda la gama, de los V6 y V8 turboalimentados .
Uno de los motivos por los que creen que deben seguir manteniéndose fieles a su ideología es por el tipo de cliente que poseen. Un propietario de Aston Martin puede que busque un refinamiento por el lujo y la elegancia antes que el hecho de arañar centésimas de segundo a un cronómetro. Los modelos son deportivos y para una berlina que poseen, decidieron llamarle Rapide S. Sin embargo, no tienen el mismo perfil un comprador de un Aston que el de un Ferrari o Lamborghini, eso es así.
Por otro lado, hay que destacar que una cosa no quita a la otra. Desde la compañía siguen innovando y viendo cómo mejorar en el apartado de motorizaciones. De hecho, recientemente salió a la luz una versión eléctrica de la berlina premium, su nombre fue el de RapidE y podría aparecer en alguno de los Salones del Automóvil que van a celebrarse este año por todo el mundo.
Esta afirmación deja claro que mantendrán su política mientras puedan. Otra cosa es que desde los poderes públicos se legisle en contra de los modelos más prestacionales por su alta emisión de partículas contaminantes, ¿llegará algún día en el que se prohíban los deportivos con motores de combustión como un día dejó entrever Alberto II de Mónaco?