En el mundo del tenis, si nos referimos a las hermanas estaremos preguntando por Serena y Venus Williams. Ambas han conseguido multitud de premios en la categoría femenina de este deporte, tanto en la modalidad individual como en la variante dobles. La protagonista del vídeo de hoy es la más pequeña, Serena, la cual acepta el desafío de Aston Martin de dar una vuelta montada ella y un profesional de la marca. Lo que ya sabemos de entrada es que no guardará un simple recuerdo de esta experiencia y más aún, al juzgar por las imágenes que se muestran a continuación.
Serena Williams experimenta qué es estar al frente de un Aston Martin Vanquish
Sería bueno hacer una pequeña reflexión acerca de las cualidades que posee el modelo más prestacional que posee la marca a día de hoy, dejando a un lado, eso sí, el flamante One-77. El buque insignia deportivo de la empresa británica exclusiva esconde bajo un larguísimo capó un motor V12 que desarrolla un total de 568 CV de potencia. Además, es capaz de generar un par máximo de 630 Nm, a la par que muchos superdeportivos del panorama actual. Todo ello, conjuntamente a un diseño con un bajo coeficiente aerodinámico, le permite superar de largo los 300 km/h, marcando su velocidad máxima en unos respetables 323 km/h.
Volviendo al hilo de esta historia, en primer lugar, Serena Williams experimenta la aceleración brutal del enorme motor del británico. Y no es para menos porque solo necesita poco más de tres segundos para alcanzar la cifra de los 100 km/h. Se puede observar como suelta adrenalina como si estuviese en uno de los partidos de cualquier grand slam. Posiblemente, aquí, de hecho, haya dejado escapar más. Rodar en un superdeportivo con una línea recta kilométrica por delante para pisar a fondo el pedal derecho no se puede hacer todos los días. El colaborador de Aston Martin realiza el primera prueba para aconsejar y darle las instrucciones de qué tiene que hacer cuando le toque sentarse en el asiento del conductor.
En la segunda parte del vídeo, los dos protagonistas cambian sus puestos y así es como Serena se pone a los mandos del coche con el motor más potente que han fabricado jamás. Tras una serie de indicaciones, se prepara y aprieta con su pie derecho el pedal que sirve de accionador para sacar toda la fuerza del interior del V12. Centésimas de segundo después, el coche sale catapultado para recorrer la pista.
Tras unos segundos de aceleración brutal y consecución de la prueba, se puede comentar una cosa curiosa. Si se compara la reacción de la tenista entre lo experimentado cuando era copiloto y ésta, cuando está pilotando, se vislumbra o bien, una adaptación que llama mucho la atención o una sorprendente concentración que mantiene en todo el recorrido. Sea como fuere, lo cierto es que mantener pisado a fondo durante más de 6-7 segundos el pedal del acelerador y ver como se engranan las marchas ascendentes gracias a su caja de cambios automática debe ser algo difícil de olvidar. Tan difícil como poder hacerse con uno de ellos ya que hay que recordar que los precios comienzan en los más de 215.000 euros.