Todos y cada uno de los nombres de todos los vehículos que se comercializan o se han vendido en el pasado tienen una historia detrás que suele hacer referencia a algún apartado del automóvil en sí. Por ello, si hay alguno que ves que no sabes qué significado tiene, acude a la red porque puede que te lleves alguna sorpresa. Un ejemplo muy sencillo, ¿Zonda y Huayra son muy corrientes para Pagani? Derivan de la terminología de la lengua quechua utilizada en la cordillera de los Andes.
De la misma forma, ¿a qué podríamos asemejar el actual Continental de Bentley? En su día, tuvo su propio pasado. Es más, cincuenta años de ausencia de este nombre en la familia británica, se forjó de nuevo un automóvil que tuvo como inspiración el cincuentón de la época. En contra tiene que no es muy conocido pero a cambio, posee otros datos muy importantes para la industria y tecnología de aquellos años.
Bentley R-Type Continental y Continental GT
Pocos años antes del surgir del modelo más caro hasta hoy subastado, nació uno con la suficiente potencia para superar los 185 km/h. Puede sonar ridículo a día de hoy pero estamos hablando de un modelo salido a la luz en 1951, seis años después del fin de la II Guerra Mundial. Por aquel entonces, fardaba de poder rodar a 160 km/h con cuatro pasajeros con equipajes incluidos.
Únicamente se fabricó una tirada de 208 unidades, de los cuales la gran mayoría están atrapados en museos de historia y colecciones privadas. En términos dinámicos, poseía un motor de seis cilindros en línea y 4.566cc aunque a decir verdad, su mayor virtud radicaba en una figura de lo más ligera al hacer uso de materiales tan livianos como el aluminio.
Una de las anécdotas más sorprendentes de este modelo fue que en aquella época no existían unas gomas capaces de resistir 2 toneladas de peso rodando a esos 185 km/h de los que se hablaba, por lo que se tuvo que, obligatoriamente, reducir el peso a un total de 1.750 kilogramos, una cifra envidiable teniendo en cuenta que aún no se empleaba la fibra de carbono o vidrio en la industria. Esto puede recordar un poco a lo que le ocurrió al Bugatti Veyron en su fase de desarrollo puesto que tuvieron que diseñar un compuesto especial que soportase la ‘caña’ que podía dársele.
Como no podría ser de otra forma, se trataba de un Bentley muy especial. Para hacerse a la idea del coste que tenía es importante saber cuánto costaría por aquel entonces. Teniendo en cuenta que el salario de un trabajador medio de Reino Unido era de unas 468 libras esterlinas (634 euros), el R-Type Continental costaba la friolera cantidad de 9.393 libras esterlinas (9.393 euros), algo impensable para la inmensa mayoría de los mortales. Como actualmente ocurre, estaba destinado a un selecto grupo de personas con mucho poder.
Cada uno con su esencia, dejando a un lado las más que palpables diferencias tecnológicas, el Continental no ha perdido ni un ápice de su glamour. Es un vehículo que puede destacar por sus prestaciones, en la década de los cincuenta con velocidad cercana a los 200 km/h y el GT Speed con sus miras situadas por encima de los 300 km/h.
Lo más importante es que mantienen la filosofía de la marca sin haber recurrido a la pérdida de la pureza de lo que conlleva tener un Bentley, lujo, exclusividad y elegancia.