Desde que prácticamente la industria del automóvil se popularizó allá por los años veinte del siglo pasado, han existido dos marcas que han llevado la exclusividad a un nivel superior. Se trata de Bentley y Rolls-Royce. Pese a pasar por etapas en las que los números de beneficios brillaban por su ausencia, la desigualdad en el mundo las resucitó hasta generar ritmos de crecimiento que se suman por cifras porcentuales de dos dígitos. Ello implica tener un mayor capital disponible para invertir en nueva tecnología y mejorar los modelos que fabrican en un estilo de producción parcialmente artesanal.
Consiguieron durante las dos última décadas salir a flote y con un remanente de dinero decidieron acogerse a la moda de los SUV’s. Con unos años de investigación, al final parece que sí que ambas marcas sacarán a la venta sus propias versiones de carrocería alta con el único fin de satisfacer a los ricos y poderosos compradores, sobre todo aquellos que viven en Oriente Próximo, donde los petrodólares no suponen un obstáculo para comprar estas ‘obras de arte’. Lógicamente, la competitividad ahora ejerce un nuevo papel en este nuevo segmento por lo que es importante destacar sobre el otro para conseguir un volumen de ventas mayor. En Bentley han conseguido adelantarse y por ello, han publicado un spot dando a entender que poseen el SUV más rápido que se fabrica actualmente, el cual no podría ser otro que el Bentley Bentayga, propulsor de muchos rumores. ¿Será verdad? Y si es así, ¿por cuánto tiempo?
Información ofrecida por Bentley de manera oficial
¿Tiene sentido la creación de un Bentley con carrocería SUV? Aunque parezca sorprendente y parándose a pensar detenidamente, lo cierto es que no podría ser una idea disparatada. Bien sabido es que los vehículos de este segmento destacan por su comodidad frente a otros modelos. Si a ello le juntamos que éste es precisamente el primer objetivo de la marca, parece más lógico que tarde o temprano terminase, al igual que su inmediato competidor, incorporando en su oferta uno bajo esta modalidad.
Despejada la primera incógnita, ¿tiene sentido un Bentley con carrocería SUV extremadamente rápido? Esta pregunta es más difícil de asimilar que la anterior. Parece que la comodidad y la velocidad no se llevan muy bien. Incluso en coches como el Hennessey Venom GT es difícil aumentar los km/h por la inestabilidad que comienza a aparecer a partir de un cierto momento. Por ello, se podría hablar que disponer de este record no debería destacar más allá de ostentar ese ridículo premio en este segmento.
En referencia a las imágenes, se puede observar como las pruebas se han realizado en el circuito de Volkswagen, empresa que pertenece al mismo holding. De hecho, es la misma en la que Jeremy Clarkson pudo alcanzar la velocidad máxima del Bugatti Veyron, unos 407 km/h por aquel entonces. En ese mismo trazado parece que Bentley ha conseguido la velocidad suficiente para pensar y afirmar que poseen el SUV más potente y rápido del mundo.
Habrá que ver si finalmente, en datos oficiales aportados por la marca y demostrados, dicen la verdad. Mientras tanto, esto parece recordar a la batalla que han mantenido los compactos del segmento C en estos últimos años por hacerse con el título al más rápido en el trazado de Nürburgring. ¿Veremos en las próximas fechas hacer lo mismo con el futuro SUV de Rolls-Royce?