El eterno SUV de Bentley por fin se ha confirmado. Después de varios años dudando de si se materializaría finalmente, por fin sabemos que se llevará a producción. Lo que aún no sabemos es cómo lo llamarán, o como será finalmente, ya que las únicas imágenes que tenemos son las del prototipo que se presentó en el Salón de Ginebra de 2012, feo como pocos, con forma de aborto de Audi Q7.
Lo que también se ha confirmado es que se fabricará en la fábrica de Crewe, en Cheshire, en vez de en Eslovaquia, donde se fabrica el Audi Q7, y donde se había rumoreado hasta ahora. Por suerte, en Bentley se mostraron partícipes a cambiar el diseño si el feedback de sus clientes así lo requería.
El modelo de producción final tendrá una línea más deportiva que el prototipo, y parece ser que compartirá plataforma con el Porsche Cayenne, por lo que también tendrán proporciones parecidas. Recordemos que Bentley pertenece al grupo VAG, por lo que puede nutrirse tanto del Q7 como del Cayenne.
En cuanto a la fecha de salida, sabemos que será a lo largo de 2016, y que para entonces la compañía inglesa habrá gastado más de 800 millones de libras en desarrollo en su planta de Crewe. Este y el desarrollo de nuevos modelos dará empleo a más de 1000 ingleses como resultado.
Creemos en Reino Unido como un lugar competitivo para producción industrial. Los fans de Bentley a lo largo del mundo quieren ver su primer SUV. Entre todos, haremos este coche otro Bentley de verdad —potente, exclusivo y exitoso—.
Así lo afirmaba Martin Winterkorn, el presidente del Grupo Volkswagen. Pero el CEO también tuvo sus palabras:
Tenemos ya 2000 pre-reservas de clietnes que ni saben el precio o el diseño. Desde el prototipo hemos trabajado muy duro en el exterior y el interior, y ahora está listo para el desarrollo final. Se parece más a un Bentley, más moderno.
La competencia siempre es buena para el cliente. Todos sabemos que Rolls Royce está pensando en un SUV, Aston Martin también está considerando uno, todos conocemos el Range Rover. Puede que haya algunos otros más que lleguen.
Kevin Rose, el director de marketing también cree que el SUV de Bentley será un éxito, pues según ellos el 30% de sus clientes tiene un SUV de lujo, así que si pudieran convencer a tan solo unos pocos de que se compraran la opción de Bentley, ya sería un buen negocio.
Los planes de Bentley aspiran a vender entre 3000 y 4000 SUV al año, lo que convertiría a este nuevo coche en un top ventas del fabricante, considerando que sus ventas anuales ascienden actualmente a más de 8500 unidades. Los mercados potenciales serán por supuesto Estados Unidos y China, además de Rusia u Oriente Medio.
El precio se supone que será muy similar al del Range Rover, que arranca en casi los 110.000 euros, así lo declaró Schreiber.
Como ya ocurre con los Cayenne y Q7, el Bentley no se librará de la variante diesel en sus motorizaciones disponibles, siendo el V8 de 4,2 litros del Audi Q7 de próxima generación. Además, el modelo plug-in también saldrá en el futuro, que se servirá de la misma tecnología que ya usa el Porsche Panamera Hybrid.
Definitivamente estamos considerando el motor diesel. Encajará perfectamente en la plataforma que estamos usando, así que podría tener sentido hacerlo. Las ventas ventas de un coche así en Europa serían muy altas, y la inversión por nuestra parte bastante baja.
Tendremos un sistema de propulsión de tipo plug-in, pero necesita ser mejor que los sistemas existentes, con más potencia y par. El SUV será el primero en incorporarlo, ninguno de nuestros coches actuales trae algo similar porque es muy caro, pero en 2017 ya no lo será tanto.
Como vemos, el grupo VAG trata muy bien a Bentley, donde incluso están invirtiendo en desarrollar tecnología exclusiva en nuevos modelos. Sin embargo, estos esfuerzos seguro que se verán llevados años más tarde y de forma más económica a marcas menos premium como Audi o Volkswagen.