El CES 2016 de Las Vegas está siendo estos días el epicentro de la tecnología y sirviendo como escaparate principal de las innovaciones producidas en el sector del automóvil. Fabricantes ya instalados y con reputación y otras nuevas compañías que se espera que surjan en el medio plazo desvelan aquí sus cartas para opinar hacia dónde se moverá la industria en los próximos meses y años, siempre teniendo el futuro de la tecnología en el punto de mira.
Ahora, le ha llegado el turno a la todapoderosa BMW y entre otras soluciones, la que mayor sorpresa ha generado es la presentación de un BMW i8 muy especial. Con una carrocería idéntica a la que presentaría cualquier otra unidad del híbrido enchufable, hay una pequeña diferencia que puede ser la clave en el futuro. Por si aún no te habías fijado, que lo dudo, los retrovisores han sido sustituidos por unas cámaras de alta resolución. ¿Es una alternativa viable?
Consecuencia al BMW i8 Mirrorless
Cierto, una de las partidas de inversión que mayor pesa para los fabricantes es la reducción de los consumos y la eficiencia de la aerodinámica para conseguirlo. Los retrovisores convencionales, al ser elementos que escapan a la estructura, ejercen una resistencia y contribuyen a que el coeficiente aerodinámico Cx sea más alto. La traducción es sencilla, los efectos se observan en el largo plazo y el consumo y prestaciones, finalmente se ven mermados.
En un deportivo como el i8, hasta el más mínimo detalle debe contribuir para reducir la fuerza aerodinámica. La presencia de unas cámaras en los laterales ayudan a reducir el tamaño de ambos laterales, con lo que ello supone a altas velocidades. Cumplen la misma función que los retrovisores convencionales pero, ¿tienen el mismo precio?
Puede parecer que las cámaras son mucho más caras que un simple cristal con una carcasa pero a decir verdad, si uno se pone a enumerar el coste de un espejo retrovisor y hace cuentas, están más cerca en coste y precio de lo que uno puede pensar. Teniendo en cuenta que la gran mayoría de los vehículos actuales tienen sistema para desempañar los espejos, para que sean retráctiles, para regularlos eléctricamente…No es tanta diferencia, ¿verdad?
La mayoría de los apartados podrían ahorrarse y en su lugar habría una cámara que cumpliría a la perfección con su cometido. Eso sí, ¿has pensado que podría pasar si hackeasen un coche con este tipo de cámaras? ¿Podría ponerse una cinta grabada que no reflejase la realidad? Son dudas que asoman a día de hoy pero que es importante hacérselas para establecer unos códigos de seguridad cada vez más complicados para acceder.
No se sabe aún si esta innovación llegará a los concesionarios i de BMW pero esta solución se antoja como una de las mejoras que podrían verse en el sector de la automoción en el medio plazo. Es lógico pensar que este tipo de innovaciones terminen instalándose en los modelos de las principales marcas, al fin y al cabo la tecnología informática y la industria del automóvil cada vez está más conectada.