El modelo de la imagen superior no está basado en ningún one-off ni es la base sobre la que se va a producir un futuro BMW de aquí al corto plazo. Más bien se trata de una idea de cómo la firma alemana ve el automóvil del futuro. Se trata de un concept que, ni mucho menos, pasará a producción, al menos de momento. Y no, no se trata de una posibilidad abierta como sí que ocurrió con el i8, esta vez va en serio, no se verá en carretera ni siquiera en una década.
Esto es, al menos, lo que han querido dejar claro en el Salón de Ginebra desde su propio stand. El modelo en cuestión, el cual está basado en una experiencia basada BMW Vision Next 100 Concept, no es más que una vaga interpretación de una de las infinitas posibilidades tecnológicas del futuro. Es más, quién sabe si dentro de unos años habrán coches circulando a ras de suelo, puede ser que el ser humano comience a dominar el cielo con automóviles voladores.
Así pues, ¿dónde cree BMW que estarán los principales cambios que afectarán al diseño, seguridad y estilo de conducción? Acaba de mostrarlo todo en un vídeo publicado en la plataforma YouTube.
BMW Vision Next 100 Concept, así es como se ve BMW dentro de 100 años
El motivo del por qué de la producción de esta unidad tan convencional es que ayer la compañía con sede en Múnich estaba de aniversario, cumplía nada más y nada menos que 100 años en la industria del automóvil. Haciendo analogía del paso de los años, se han aventurado a crear una estimación de cuáles podrían ser las innovaciones que marcarán los próximos cien años.
Comenzando por el análisis, la carrocería de los vehículos podría ‘cobrar vida’ tal y como se observa en las aletas del concept al girar. Como se puede ver en el diseño, prácticamente todo el cuerpo exterior está recubierto con el objetivo de mejorar el coeficiente aerodinámico. Así se mejoran los consumos y por supuesto, la eficiencia. Al girar el volante, una estructura flexible permitiría al automóvil girar a la vez que deja circular mejor el aire.
Otro de los aspectos en los que se trabajaría sería la seguridad, tanto para los pasajeros como para el resto de usuarios de la vía. De esta forma, ante cualquier peatón o ciclista, el coche sería capaz de reconocer de inmediato su posición y sus intenciones, pudiendo anticiparse a cualquier movimiento que supusiese un atropello y por tanto, pusiese en riesgo la integridad de estos.
Una de las características que mantendría el modelo de producción de BMW de dentro de cien años sería la presencia de la tradicional calandra, tan importante para cualquier modelo de la compañía. Sí, parece que los ‘riñones’ se mantendrían pasase lo que pasase. A decir verdad, se trata de su propia seña de identidad, un emblema conocido por todos los amantes del motor.
La entrada al habitáculo también guardará otro un patrón diferente al establecido. El estilo recuerda más a lo que se puede ver en un i8, una apertura en tijera tanto para las de los asientos delanteros como la de los traseros. No se han desvelado los motivos pero todo parece indicar que, además de aportar una mayor deportividad, mejoraría la accesibilidad y la entrada de los pasajeros al habitáculo.
