Los fabricantes hace cuestión de 10 o 15 años solían tener una oferta bastante limitada. La mayoría se limitaba a ofrecer cuatro o cinco coches en su escaparate, que se centraba en un utilitario, un compacto, una berlina media, o una berlina grande. Los más atrevidos se animaban a tener un deportivo o un todoterreno.
Sin embargo, el crecimiento de nuevos ricos y los cambios en la sociedad han propiciado que los fabricantes tengan una opción para todos y cada uno de los posibles clientes que existan. Unos se centran en crear modelos generalistas de todas las formas y tamaños, y otros hacen lo mismo con los coches más premium.
BMW es uno de ellos. Y es que si hace tan solo una generación su serie 3 se conformaba con una berlina, familiar, coupé y descapotable: ahora la familia ha crecido bastante. Pues el Serie 3 se subdivide en la Serie 4 que goza de la carrocería coupé. Pero el Serie 3 sigue creciendo, pues a la berlina y al familiar, se añaden el Serie 3 Gran Turismo. Con el Serie 4 ocurre algo parecido, pues al coupé y al cabrio se añaden el Serie 4 Gran Coupé, el coche del que os vamos a hablar hoy.
Este BMW coupé no deja de ser una berlina, pero tampoco deja de ser un coupé. Es una solución para aquél cliente que lo quiere todo, que no quiere renunciar al espacio y las plazas traseras de una berlina de tres volúmenes, pero que también quiere esas líneas tan deportivas que caracterizan a los coupés.
Por eso el BMW Serie 4 Gran Coupé es, como su propio nombre indica, un coupé sobredimensionado con cuatro puertas, o una berlina cuya zaga tiene líneas de coupé. Sea como fuere este Gran Coupé está homologado para cinco ocupantes, como la berlina; mientras que en el Serie 4 Coupé solo cabían 4 personas, dadas sus testimoniales plazas traseras.
El interior y la postura de conducción son clavadas a las del Serie 4 Coupé, con pretensiones deportivas y un asiento bien bajo. Sin embargo, la habitabilidad trasera la hereda del Serie 3 berlina, donde aunque el espacio respecto al techo se reduce unos milímetros, se puede viajar cómodamente en las plazas traseras.