A la hora de configurar un coche, muchos son los aspectos que se tienen que definir antes de lanzarse a la compra de uno en particular. Es importante tener en cuenta que estamos ante la segunda decisión, tras la adquisición de la vivienda, en la que las familias invertimos más dinero. Por ello, debemos estar convencidos del que será nuestro próximo automóvil.
¿Cuáles son los aspectos que debemos valorar al elegir uno u otro? Esta pregunta, la cual parece fácil de responder, se complica si vemos cómo un vehículo puede llegar a tener un grado de especialización muy alto. ¿Y si nos parásemos a pensar a la hora de escoger qué debemos incorporar en nuestro medio de transporte para la década siguiente?
En las marcas de automóviles, una de las opciones más solicitadas por el público es incluir un paquete deportivo. Algunos fabricantes ofrecen solo detalles estéticos en el exterior, otros agregan, además, soluciones en el interior y, algunos pocos más, incluyen mejoras a nivel dinámico con una potencia extra.
Para conocer si merece la pena o no apostar por un pack de estas características, hemos decidido echar un vistazo a lo que ofrece el paquete M de BMW. Veamos cómo este conjunto de soluciones en términos de equipamiento puede ser un referente en el proceso de compra.
Paquete M de BMW para dar un aire más deportivo al coche
Si ahora tuviésemos que escoger un coche de la marca, lo haríamos con el pack M incorporado. La mejora estética lo sitúa próximo a la versión más deportiva de la gama, si dicho modelo lo incluye. ¿De qué se compone este nivel de oferta? He aquí algunas de las claves al respecto.
En relación con la imagen del automóvil, las diferencias comienzan a verse en la parte frontal. La inclusión de un paragolpes delantero más agresivo acentúa la deportividad del automóvil, llegando a parecer que se trata de otro modelo.
Al mismo tiempo, la insignia de BMW M la podemos encontrar en las entradas de aire con el clásico diseño que aporta la firma alemana, también conocido como ‘pulmón’. El logotipo lo veremos, además, en la aleta lateral y en la parte trasera en el portón.
Si continuamos con el recorrido del coche, podremos encontrar una nueva seña de identidad del Paquete M a través de los faldones y, por supuesto, mediante la mención de llantas de corte deportivo. Estas, además, cabe destacar que se pueden encontrar en diferentes medidas según el modelo que se trate.
En la parte trasera, el apartado de configuración también permite introducir un difusor de corte más agresivo para enfatizar la deportividad del automóvil en cuestión. También se podrá incorporar un spoiler adicional tras configurar la versión deportiva del modelo, por lo que incluirá un suplemento económico al configurar el coche.
Más equipamiento interior para acentuar la conducción deportiva
Además de incorporar un equipamiento que afecte a la estética del vehículo, la casa con sede en Múnich ofrece un equipamiento deportivo con miras al interior. Por ello, cabe destacar por encima de cualquier otra opción los asientos deportivos, los cuales son necesarios si se pretende abusar de la conducción deportiva.
De igual forma, ya en términos estéticos, se podrá escoger un volante con un diseño más deportivo y la disposición de un juego de cinturones de seguridad con unos despuntes con los tradicionales colores que definen a la línea más deportiva de BMW.
Mientras que el volante de cuero de corte deportivo está incluido en el pack de serie al escoger la versión con acabado M Sport, por los cinturones de seguridad habrá que desembolsar un total de 342 euros.
Respecto a los asientos deportivos, también estarán incluidos sin coste adicional, pero solo estarán disponibles para la primera fila, ya que los traseros serán los mismos que en la configuración de serie.
Una apuesta por las sensaciones con las opciones dinámicas
¿Cómo conseguir una respuesta más dinámica sin recurrir a las versiones más aspiracionales? 3 son las opciones que nos permitirán disfrutar de una conducción más deportiva. La primera es el sistema de suspensión M, el cual está especialmente diseñado para hacer una lectura más firme del terreno a través de una configuración más dura.
La segunda está relacionada con el equipo de frenos. De nada sirve mejorar en el ámbito de las prestaciones si no se dispone de los recursos necesarios para calmar estos ánimos. Por ello, según se puede observar en el configurador de la firma, los frenos cuentan con pinzas fijas de cuatro pistones delante y pinzas deslizantes de un pistón detrás en azul.
Por último, pese a que no se trata de una mejora que aporte valor a la conducción, la inclusión de un depósito de combustible de mayor capacidad te permitirá disfrutar de las sensaciones deportivas durante más tiempo. Ya sabes, a mayor aceleración y velocidad, mayor es el gasto de gasolina o diésel.
Una decisión que dependerá, como es lógico, del precio dispuesto a pagar
Cambiar la estética, la configuración interior y, por supuesto, el rendimiento del automóvil, tiene un coste. ¿Merece la pena apostar por la introducción de la versión M Sport y la adición de algunas ‘chucherías’? Atendiendo a que se trata de una adquisición que implicará tener el automóvil en nuestro poder durante años, sí merece la pena apostar por ello.
Al fin y al cabo, estaremos comprando un automóvil completamente distinto al original de serie. Aun así, cabe tener en cuenta que algunas de las soluciones que comportan este acabado implicará un coste adicional en términos de mantenimiento y reparaciones si procede.
La mejor prueba de ello nos lo muestra el hecho de escoger un equipo de llantas es grandes dimensiones. Esto implicará optar por un juego de neumáticos de mayor medida, lo que implicará tener que desembolsar más dinero cuando se precise una sustitución de las gomas. Algo parecido ocurrirá con el equipo de frenos.
Aun así, seguimos confiando en todo lo que ofrece a cambio optar por el paquete deportivo M de BMW. Pagar un sobreprecio en este tipo de vehículos, situado en la gama premium del mercado, compensa en todos los sentidos.
