La gran mayorÃa de los fabricantes siempre han tenido como principal prioridad la producción de vehÃculos pero en épocas pasadas intentaron su entrada en otros sectores. Es más, algunas compañÃas consiguieron posicionarse dentro de esta industria gracias al know how conseguido en industrias completamente diferentes a la del automóvil.
Existen muchos ejemplos en la historia pero sin hubiese que destacar algunos, posiblemente los más llamativos son los casos relativos a Lamborghini y Peugeot. La primera de estas dos compañÃas comenzó su idilio en el mundo de los deportivos con el capital proporcionado por la venta de los tractores mientras que la mÃtica marca francesa debe su posición, posiblemente, al mundo de las dos ruedas sin motor, la bicicleta convencional.
El ejemplo de Citroën es el último que aparece en escena. El año pasado se cumplieron 40 años de que la firma francesa probó una máquina para mandar en el aire. Más de cuatro décadas después se recuerda el proyecto que dio lugar al Citroën Re-2, un fiasco del cual pudieron aprender para seguir creciendo en el mundo de la automoción.
Citroën y NSU crearon un espectacular helicóptero con motor rotativo
NSU, ahora filial del grupo VAG y particularmente participada por Audi, fue la creadora de la carrocerÃa del helicóptero. MedÃa poco más de 2 metros y medio de altura y unos unos 7 metros de longitud, algo que le posibilitaba disponer de un peso relativamente bajo, 700 kilogramos en total contando con todos los elementos de vuelo.
Citroën se encargó, principalmente, del diseño y producción de la motorización, un propulsor rotativo, también conocido como Wankel. Con él, fue capaz de lograr una velocidad máxima de más de 170 km/h, lo cual le permitió alcanzar una altitud propia de cualquier otro helicóptero de la época.
El prototipo Re-2 disfrutó de un total de casi 60 horas de vuelo, las cuales fueron las únicas que ha permanecido en el aire hasta el dÃa de hoy. Gran parte de ese tiempo estuvo a los mandos el piloto Dominique Gilles, un conocido veterano con mucha experiencia dentro del mundo de la aviación. ¿Cuáles fueron los motivos de la cancelación del proyecto y por qué descansa la única unidad en el museo de la compañÃa?
Los años setenta y el mundo de la automoción no se pueden explicar sin hacer una alusión a la doble crisis del petróleo. A punto de entrar en los años ochenta comenzó a dislumbrarse una recuperación, algo que provocó una cancelación del proyecto y un mayor apoyo a la filial productora de vehÃculos. Un cambio en los planes de la compañÃa por la llegada de un nuevo equipo directivo lastró el futuro que aguardaba a un helicóptero que jamás estuvo a la venta.
Sin duda alguna, este es un ejemplo más de por qué Citroën es considerada como uno de los fabricantes más punteros en cuanto a tecnologÃa se refiere. Quizás no tuvieron éxito en la producción de un vehÃculo poco ortodoxo para lo que nos tenÃan acostumbrados pero bien, ¿veremos de nuevo alguna que otra sorpresa en los próximos años?