Citroën hace a veces cosas muy raras, como podemos ver en la imagen que acompaña al artículo. La furgoneta que vemos a modo de mula de pruebas parece una mezcla entre una furgoneta GMC americana, un Citroën C4 Picasso y una Citroen Jumpy.
Todo nos lleva a pensar que estamos ante un prototipo muy temprano de lo que será la futura Citroën Jumpy, que aún mantiene intacta la trasera actual, y a la que han metido a puñetazos los faros de los nuevos C4 Picasso.
Desde luego que aún necesita muchas horas de trabajo para ser esculpidas las formas finales. También podríamos pensar en una inspiración en el prototipo que presentaron en 2011 en el Salón de Frankfurt, la Tubik.
Dicha mula de pruebas no nos da demasiada información, a pesar de que no muestra nada de camuflaje, y de que su morro es una especie de Transformer con remaches y monta ruedas con llantas de cinco radios, las cuales a buen seguro casi ninguno de los modelos que se pongan a la venta llevarán. Las furgonetas blancas son más estilosas con llantas de acero.
A pesar de que vemos un modelo de preproducción muy inmaduro, las predicciones hablan de que veremos la nueva Jumpy a lo largo del año que viene. Lo bueno es que Citroën no tendrá que invertir demasiado en tecnología para un vehículo de este tipo, y les será más que suficiente con un exterior resultón y un interior sencillo.
Además, será un diseño que rápidamente amortizarán, ya que todos los fabricantes que comparten plataforma de vehículos industriales con el grupo PSA la incorporarán inmediatamente, como hará Peugeot con la Expert, Fiat con la Scudo o Toyota con la ProAce. El problema es que el nuevo desarrollo de Citroen tiene un frontal puramente Citroen, que no sabemos como encajarán el resto de marcas, considerando que los diseños anteriores eran mucho más genéricos para encajar en todas las marcas que vendían estas furgonetas bajo la licencia de PSA.