Las competiciones de aceleración no tienen mucha reputación en el ‘viejo’ continente. No quiere decir que no sean importantes y mucho menos, que no sean emocionantes. Es más, la preparación de los pilotos es especialmente importante, para ese tipo de aceleraciones en las que los pilotos siente unas fuerzas G increíbles uno debe estar muy preparado.
¿Qué crees que puede sentir un piloto ante tanta aceleración? Posiblemente recordarás que es lo que sintió el más que acostumbrado a probar auténticos cochazos Richard Hammond cuando se subió a los mandos del Renault de Formula 1 con el que Fernando Alonso ganó uno de sus dos mundiales. No había experimentado nunca la sensación de pisar el acelerador en un coche de este tipo de competición.
¿Qué haría entonces en caso de probar un dragster? Son los coches más rápidos del mundo cuando se tiene un crono delante, en apenas unos segundos superan la barrera de los 300 y 400 km/h. No tienen ninguna habilidad a la hora de tomar las curvas pero a decir verdad, ¿a quién le importa? Aceleración, reflejos y rapidez en pisar el acelerador es la combinación perfecta que tiene que darse para lograr un tiempo óptimo.
Aceleración de un dragster en primera persona
El piloto del dragster es Shawn Langdon, un reconocido conductor de esta modalidad. Gracias a él, puedes disfrutar del sonido y aceleración espectacular que desprende un coche de estas características. Puedes ver cómo lo encienden, como se prepara para la carrera y el instante exacto en el que deja atrás el semáforo nada más pasar a verde.
Las imágenes fueron grabadas el pasado 2013 en el circuito Wild Horse Pass Motorsports Park situado en Estados Unidos. Se puede ver a la perfección como el vehículo conducido por el experimentado piloto estadounidense quema rueda en un primer momento con el objetivo de calentar los neumáticos y conseguir más agarre en la salida. Tras este ‘obligado’ paso, el norteamericano pisa a tope el pedal del acelerador para salir catapultado hasta los 508 km/h y todo ello, teniendo en cuenta que se consigue en apenas 3.77 segundos.
¿Cómo se te queda el cuerpo? Las imágenes hablan por sí solas. Experimentar una aceleración que está en torno a los 4 G de fuerza no debe ser algo deseable para ningún cuello que no esté acostumbrado a practicar este tipo de deportes. Si alguna vez pensaste que esta modalidad de competición no entrañaba ninguna dificultad por el simplemente hecho de ir en la misma dirección unos metros, estabas realmente equivocado.
Para poder ejercer esta profesión se debe, ante todo, no tener miedo a un posible accidente. Lamentablemente y, pese a que las medidas de seguridad han mejorado de forma exponencial en los últimos años, ha habido varias muertes de pilotos que sufrieron un problema mecánico y no tuvieron tiempo para gestionarlo. Párate a pensar, en tan solo unos pocos segundos se debe estar pendiente de la salida, mantener la dirección mientras se sujeta el volante pese a la aceleración brutal y accionar el paracaídas que obligatoriamente deben llevar instalado en la parte trasera.