Hubo una época en la que la gente vestía de forma muy diferente a ahora y la música no la hacían ordenadores, donde los coches de rally eran demasiado potentes para las carreteras por las que competían. Si, esos coches eran auténticas obras de ingeniería mecánica. Me refiero al Grupo B de Rally.
Aparecieron la primera vez en el año 1982, sustituyendo al grupo 4. Años atrás, la FIA ya había dado permiso para el uso de la tracción integral, pero ningún fabricante le dio importancia. Hasta que en el año 80,Audi apareció con su Quattro. Aquí fue cuando nació el auténtico Grupo B. Los Lancia Stratos y los Fiat 131 Abarth, ya habían cumplido su misión, era la hora de cambiar a un nuevo estilo de coches y de competición.
En 1982 entró en vigor la normativa que sustituía a la vieja legislación. La legislación sustituida había sido redactada y hecha oficial en los años 60. La nueva normativa dividiría a los vehículos de rally en tres clases: N, A y B. El primero eran los coches de serie con apenas modificaciones. El segundo con más permisividad en la preparación y el tercero era el grupo B.
Este reglamento permitía a las marcas construir vehículos únicos y exclusivos para la competición competición. La única condición era que tenían que fabricar solo 200 unidades para el mercado. Además, las nuevas piezas así como las evoluciones de los modelos, podrían homologarse con solo fabricar 20 coches más. Las marcas disponían entonces de una normativa que les permitía fabricar coches desde cero, abaratando costes y sin necesidad de fabricar las unidades de manera masiva.
Esta nueva saga de vehículos de competición eran mucho más rápidos, más ligeros y aportaban muchas novedades al mundo del motor. Por primera vez se empleaban materiales como el kevlar, la fibra de carbono o el grafito. La potencia iba desde los 300 cv hasta los 500. Además, todos los motores eran turboalimentados. Se buscaba seguir el principio inicial con el que se creó el Grupo 4, diseñar un coche solo para competición. El problema, era que todas esas mejoras eran una bomba de relojería.
Al principio la mayoría de los coches eran tracción integral o tracción trasera, predominando la integral. Como los coches eran cada vez mas potentes, se dieron cuenta que a partir de los 300 cv, con la tracción trasera, era imposible dominar el coche. Al final, todos acabaron siendo tracción integral. Respecto a la posición del motor predominaba el central, sin embargo había alguna excepción que traían frontal.
En los 4 años de competición hubo como 50 modelos diferentes. Las marcas tenían dos o tres variantes dentro de cada modelo. Un ejemplo de ello era Peugeot y Audi. Con 2 y 5 modelos diferentes. También, muchos no llegaron a competir, porque no cumplían las normas o porque era inviable.
Temporada 1983
Los primeros grupo B oficiales que compitieron en 1983 fueron el Audi Quattro, el Lancia 037, el Renault 5 Turbo, el Nissan 240RS, el Citroën Visa y el Toyota Celica TwinCam Turbo. El Audi Quattro y el Lancia 037 consiguieron la mayoría de las victorias, ambos con cinco, mientras que el Opel Ascona 400, en el Safari, y el Toyota Celica Twincam Turbo en el Costa de Marfil, subieron a lo alto del podio, gracias en parte a la ausencia de los equipos oficiales en ambas pruebas.
El Quattro era superior en superficies más complicadas (nieve, tierra o barro) frente a su rival más directo, el Lancia 037, que por su parte lograría cinco victorias, tres de ellas sobre asfalto: Montecarlo, Córcega, Acrópolis, Nueva Zelanda y San Remo. El título de pilotos fue para Mikkola (Audi) que se impuso al alemán Walter Rohrl (Lancia), mientras que el de constructores se lo adjudicó Lancia con una ventaja de solo dos puntos sobre Audi.
Temporada 1984
En 1984 Audi siguió compitiendo con el Quattro A2 e introdujo otra evolución: el Quattro Sport. Lancia estrenó también evolución del 037 y el resto de marcas no mostraron ninguna novedad, salvo el estreno del Mazda RX-7 y del Peugeot 205 Turbo 16 a mediados de campeonato. Al igual que el año anterior, se vivió un duelo entre Lancia y Audi. Audi ganó con mucha ventaja mientras que Lancia solo pudo conseguir una victoria en y el subcampeonato de marcas.
Peugeot presentó en el Rally de Córcega el Peugeot 205 Turbo 16. El piloto encargado de pilotarlo fue el finés Ari Vatanen y a punto estuvo de llevarse la victoria, de no ser por una salida en la tercera etapa del rally. Vatanen que lideraba la carrera, frenó en un charco y se salió destrozando el coche y dislocándose el hombro.
Temporada 1985
La temporada 1985 fue un claro dominio de Peugeot. Venció en las tres primeras pruebas: Montecarlo, Suecia y Portugal, en las dos primeras con Ari Vatanen y la tercera con Timo Salonen. En Safari, volvió a vencer el Celica y en Córcega, el Renault 5 Maxi Turbo logró la victoria pilotado por Jean Ragnotti en una edición salpicada por la tragedia, debido a la muerte del piloto italiano Attilio Bettega a bordo de un Lancia 037. Peugeot dominó la temporada adjudicándose ambos títulos, pero tuvieron que sudar para conseguirlo.
Audi sin embargo quedó muy descolgado, solo lograron un podio. Tenían problemas con el peso y con la potencia de los coches. Con el accidente del piloto italiano, se empezaba a mascar la tragedia en esta división para pilotos muy profesionales.
Temporada 1986
Los últimos grupo B que compitieron en el mundial fueron coches muy ligeros y con potencias de alrededor de 500 caballos. Entre ellos destacaba el Delta S4 (890 kg para 450 cv), el Peugeot 205 Evo 2 (con 910 kg para 500 cv) y el Audi Sport S1 (con 1.090 kg con 550 cv).
En Portugal se vivió el primer drama. En el primer tramo, el piloto local Joaquim Santos se salió de la carretera con su Ford RS200 embistiendo a los espectadores que allí se encontraban, provocando la muerte de tres de ellos y una treintena de heridos. En el Rally de Córcega se vivió la misma tragedia ocurrida un año antes: durante la disputa del tramo número dieciocho, el piloto Henri Toivonen que venía liderando el rally sufrió una salida de pista con su Lancia Delta S4 precipitándose por un barranco que causó un incendio al instante donde murieron él y su copiloto Sergio Cresto.
Inmediatamente los equipos oficiales se retiraron en señal de duelo y posteriormente tras el término de la temporada, la FISA decidió prohibir los grupo B para el año siguiente. Tras el incidente de Córcega, Audi y otras marcas abandonaron la competición y solo Lancia y Peugeot completaron el resto de la temporada.
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Esperamos que os haya gustado la historia de este magnífico e histórico grupo de Rally. Eran tan bestiales que son difíciles de olvidar. Próximamente os traeremos un análisis de los coches más emblemáticos y más representativos del Grupo B, además, de algunas curiosidades.