La historia que se detalla a continuación es por una lado, una de las más emotivas que tienen relación con el mundo del automóvil y por otro, refleja el espíritu de superación que caracteriza al ser humano. ¿Qué le ocurrió al protagonista de este artículo? Su nombre es Frédéric Sausset y debería ser testimonial la causa por lo que se está escribiendo porque si uno lo piensa con detalle, lo realmente difícil viene después.
Es digno de admirar. Este piloto, que es el único calificativo con el que se le puede nombrar, es un amante del mundo de la competición. Desgraciadamente, sufrió un accidente con unas consecuencias muy graves, la cuales marcarían el futuro de su vida. Los hechos tuvieron lugar en el año 2012, mientras él y su familia se encontraban de vacaciones.
Lo que comenzó como una simple herida en la piel terminó convirtiéndose en una infección que se coló en su torrente sanguíneo. Tras 48 horas en su organismo, las extremidades inferiores y superiores entraron en una fase gangrenosa, por lo que tuvo que someterse a una serie de operaciones para salvar su vida. Consiguió salir adelante pero tuvieron que amputarle ambos brazos y piernas.
En esta nueva etapa y tras un tiempo con más problemas físico pero sobre todo psicológicos, se formuló lo siguiente en la entrevista que concedió a Fox News:
Tenía que encontrar un significado y formar unos planes de futuro en mi vida.
Así pues, con la ayuda de un amigo, el cual también era piloto, consiguió realizar una serie de pruebas en un Audi RS3 Sportback adaptado a sus necesidades y condición física. Tras la realización de unos tiempos para nada despreciables, comenzó a gestarse un proyecto mucho más ambicioso. ¿Por qué no intentar probar en la 24 horas de Le Mans?
Dicho y hecho. Se pusieron manos a la obra pero para que diese resultado este trabajo deberían realizar muchas comprobaciones y necesitarían mucho presupuesto. En total, contribuyeron numerosos fabricantes de piezas, empresas que aportaron donativos a cambio de publicidad en la carrocería del monoplaza y otro tipo de ayudas que han valido para que el prototipo haya salido a la luz en un tiempo récord.
De este modo, ya se ha hecho oficial que, Fred Sausset, que es como le gusta que le llamen, correrá el próximo año en la mítica carrera de resistencia, las 24 horas de Le Mans. Es increíble como una persona que hace apenas tres años perdió todas sus extremidades esté ahora anunciando que correrá gracias a las adaptaciones que se han practicado en el coche de competición.
Concretamente, se servirá de unas piernas ortopédicas para manejar los pedales del freno y acelerador mientras que para manejar la dirección se valdrá de una extensión de su prótesis del brazo para poder realizar los giros. Con todos estos datos, más que nunca, lo importante será participar, dejando un lado el resultado. Aunque no hay que precipitarse, ¿por qué no aventurar una victoria para este francés apasionado de esta prueba?
Hay que decir que Fred Sausset no será el primer participante en competir en una prueba de este tipo careciendo de algún miembro del cuerpo ya que el pasado mes de julio ya fue Alex Zanardi quien compitió en las 24 hora de Spa.