Adoramos las drag races, tantos las oficiales como las que tienen como objetivo determinar cuáles son los vehículos más rápidos en el uno contra uno. Obviamente, esto solo tendría sentido si se juntasen los modelos categorizados dentro del mismo segmento y precisamente esto es lo que se ha querido hacer esta vez.
Tras toda la polvareda levantada el año pasado en los estudios de Top Gear y los escándalos de Jeremy Clarkson con algún miembro de la dirección del programa, parece que todo ha vuelto a una calma relativa. Mientras nos vamos acostumbrando a los nuevos personajes del programa más importante del mundo automovilístico, acaba de salir a la luz un duelo muy excitante.
De acuerdo, puede ser que en términos racionales no tenga mucho sentido la propuesta de estas tres compañías pero, ¿iban a permitirse el lujo de no montar poderosos motores V8 en sus SUV de vanguardia? De esta forma, el programa británico los ha puesto cara a cara para someterse a una carrera del cuarto de milla,una de las más importantes para valorar la aceleración en el 0 a 100 km/h.
1/4 de milla entre Porsche Cayenne Turbo S, Jeep Cherokee SRT y Range Rover Sport SVR
Contar con un alto presupuesto permite, a la dirección del programa, contar con algunos de los mejores SUV que existen en la actualidad. En este caso, es cierto que se podría haber contado con algún otro alemán pero bien, habrá que conformarse con estos tres. ¿Cuál de ellos se lleva el gato al agua? Sin duda alguna, las siglas Turbo S son el acrónimo perfecto para acompañar la compra de un modelo de la firma de Stuttgart.
¿Por qué es abismal la diferencia entre el Porsche y los demás? Muy sencillo. Disponiendo las tres unidades de un bloque V8, el alemán consigue extraer unos caballos de potencia extra sobre el resto, 570 CV, unos 20 CV vitales extra en esta distancia. Sus rivales inglés y americano se tienen que conformar con los 550 y 470 CV respectivamente. A modo de curiosidad, el propulsor del británico es el mismo que se emplea en el modelo deportivo de la otra filial del grupo Tata, el Jaguar F-Type.
Pero las mejoras del modelo germano no terminan en el motor. Este vehículo posee unos tiempos dignos de cualquier automóvil más prestacional. De hecho, atendiendo a la configuración que presenta el deportivo de la firma de Stuttgart, conseguiría reducir a 2,9 segundos el tiempo que necesitaría para llegar a los 100 km/h, eso sí, disponiendo éste del paquete sport chrono. Un peso más reducido y un sistema de suspensiones más orientado a su trabajo en carretera conforman la fórmula perfecta para su éxito en pruebas como esta.
Aún así, es digno de admirar que los tres modelos se sitúen por debajo de los 4,6 segundos en el periplo del 0 a 100 km/h. Yendo un poco más allá de si tienen sentido en el parque automovilístico actual o no, lo cierto es que el trío presenta una imagen realmente imponente, disponiendo de carrocerías adaptadas en la parte frontal con el objetivo de dotar de una gran fuente de refrigeración a los motores de ocho cilindros en uve.
Obviamente, se ha echado en falta haber podido incluir en esta carrera a los otros aspirantes germanos, los BMW X5 y X6 con el apellido M y el majestuoso Clase M 63 AMG de Mercedes. Aún así, podríamos estar hablando del mismo vencedor, un coche que podría medirse en segmentos más radicales.