Tras las intensas inundaciones que han asolado ciudades como Valencia o Málaga en los últimos días, es importante ver qué posibles efectos pueden tener sobre las mecánicas de los automóviles que se han visto inmersos en esta torrencial situación climática.
Salvo casos extremos en los que el nivel del agua ha llegado a sobrepasar la altura proporcional de las ruedas, lo más lógico es pensar que están rematados en producción para que puedan soportar este tipo de inclemencias. Ahora bien, ¿qué es lo que pasa con aquellos que han sido maltratados por el mal tiempo llegándose incluso a inundar parcialmente?
Qué tipos de averías puede provocar una inundación
Dejando a un lado los desperfectos que pueden ocasionarse en el interior del vehículo, es necesario incidir en qué es lo que le puede pasar a la mecánica. Pese a que el interior puede que necesite una limpieza a fondo, lo realmente importante en cuanto a coste económico reside en el interior. ¿Qué puede deteriorarse pues?
El catalizador: No se requiere un volumen de agua elevadísimo para que este componente imprescindible tenga una avería importante. Puede variar el precio en el mercado pero el coste de la reparación podría rondar unos 500 euros.
Sistema de encendido o motor: Una vez que el agua entra en el sistema de admisión es una lotería. Puede que tan solo haya que cambiar el sistema de encendido, lo que supondrá un coste de otros 500 euros pero lo realmente importante es ver si el agua ha llegado a los cilindros. En este caso podría estar hablándose perfectamente de la sustitución de gran parte de los componentes del motor, lo que incrementaría el coste de la reparación hasta varios miles de euros.
Rodamientos y transmisión: Si el vehículo está en un lugar en el que el agua que ha caído ha convertido la superficie en un barrizal, es vital limpiarlo cuanto antes para evitar problemas relacionados con el barro. Eliminar todos los restos con agua a presión en los bajos reducirá riesgos de desgaste precoz en frenos, equipo de suspensiones o transmisión.
Sobrecalentamiento del motor: Puede ocurrir que la parrilla no permita ver qué es lo que ocurre justo delante del radiador. Si hay una gran acumulación de barro originado tras la inundación, lo más probable es que no permita la canalización del aire en el motor, produciéndose una situación de sobrecalentamiento que ponga en apuros la vida útil del mismo.
Problemas derivados del óxido: Pese a que la gran mayoría de componentes llevan soluciones para evitar el óxido, lo cierto es que hay otros materiales robustos contra la humedad pero no aislantes ante la sumersión. Es por ello que, a la larga, podrían dar problemas si no se consigue eliminar todo el agua que se ha acumulado tras haber permanecido unas horas parcialmente bajo el agua.