Tras muchos meses de calor las primeras lluvias de otoño llegan con fuerza, así que es momento de extremar la precaución al volante. Ya te ofrecimos una serie de consejos para preparar tu coche de cara a esta época del año, pero ahora queremos darte las claves para conducir con el suelo mojado.
1. Tus neumáticos, el elemento principal
En verano descuidamos frecuentemente la vigilancia sobre nuestros neumáticos, y resultan componente fundamental si queremos conducir con seguridad en días de lluvia. Para ello tendremos que asegurarnos de que su dibujo no es inferior al mínimo recomendado, además de revisar su estado general.
Para el primer aspecto es conveniente no esperar a contar con una profundidad de 1,6 milímetros (mínimo legal) para cambiar los neumáticos. Lo ideal sería sustituirlos cuando la profundidad se encuentre entre 2,5 y 2 milímetros. De esta forma garantizaremos un mayor agarre en mojado.
A la hora de elegir tus neumáticos nuevos compra siempre aquellos que obtengan buena nota en el apartado de adherencia en superficie mojada, ya que este aspecto puede marcar la diferencia.
2. Cuidado con las primeras gotas de lluvia
En muchas ocasiones no tomamos la precaución adecuada al volante hasta que no observamos que la lluvia es intensa y el suelo está encharcado, pero esto es un error muy grande.
Por lo general el mayor peligro en la carretera lo encontraremos con las primeras gotas de lluvia. En este momento, la suciedad acumulada en el suelo hace que éste se vuelva muy resbaladizo y el coche patine con facilidad.
3. Aumenta la distancia de seguridad
Con el suelo mojado, la distancia necesaria para detener un vehículo en caso de frenada de emergencia puede ser del doble que con la carretera seca. Por este motivo es importante que aumentes la distancia de seguridad con el coche que circula delante para evitar riesgos.
Igual de importante es que componentes como discos y pastillas de freno se encuentren en perfectas condiciones para reducir los metros recorridos en una frenada brusca.
4. Cómo cruzar una balsa de agua
En días de lluvia será habitual toparnos con algún gran charco de agua formado en medio de la carretera. En este caso, ¿cómo debemos cruzarlo con el coche?
Si ya intuimos la balsa de agua a lo lejos lo recomendable es reducir la velocidad con anterioridad. A pasar sobre ella, únicamente deberás tocar los frenos en caso necesario y siempre con suavidad. Sujeta el volante con firmeza y no realices maniobras bruscas hasta pasar el charco.
5. Ver y ser vistos
En días lluviosos es fundamental llevar encendidas las luces para que los demás conductores se percaten de nuestra presencia. No esperes a que se haga de noche y conecta la iluminación también de día. Tómate tu tiempo para comprobar que todas las luces de tu coche funcionan de forma correcta y así garantizar mayor visibilidad al resto de conductores.
Pero no sólo los demás coches deben vernos con claridad. También tendremos que preocuparnos por nuestra propia visión, así que asegúrate que elementos como los limpiaparabrisas funcionan adecuadamente y las escobillas evacuan el agua.