Viajar en coche y hacerlo con niños tiene, en la mayoría de ocasiones, un riesgo inevitable: los mareos. Los largos desplazamientos se hacen demasiado pesados para los más pequeños, y si a ello le sumamos carreteras con curvas o una conducción que no es la más delicada tenemos la situación perfecta para este malestar.
Es evidente que los mareos inciden especialmente sobre pasajeros, sobre todo niños y adolescentes, aún más si ocupan los asientos traseros y están jugando a videojuegos o viendo películas.
Los bostezos y la sudoración son señales de aviso para una afección causada por desequilibrios entre señales que recibe el cerebro desde los ojos y los órganos responsables del equilibrio, en el oído. Los bebés no se marean. Solo empieza a ocurrirles cuando empiezan a caminar. A las mascotas sí les afecta e, increíblemente, incluso los peces sufren mareos.
Es por ello que Ford ha agrupado una serie de consejos para evitar los mareos de los ocupantes de un vehículo a lo largo del trayecto:
– Procurar ponerse en posición intermedia en los asientos traseros, o preferiblemente al frente, para poder ver la carretera que hay por delante.
– Conducir de manera suave y evitar en la medida de lo posible frenar de manera repentina, los acelerones o los baches. Distraer a los pasajeros mareados.
– Beber refrescos de cola, pero evitar el café.
– Utilizar una almohada o un reposacabezas para mantener la cabeza lo más inmóvil posible.
– Encender el climatizador para que circule aire fresco.