Llega la Semana Santa y con ella varios de los días con más desplazamientos de coches en la carretera de todo el año. Planificar el viaje, revisar el vehículo, informarse del estado del tráfico antes de salir, hacer uso de los sistemas de retención, conducir con precaución… Estos son algunos de los consejos básicos para llegar y regresar de nuestro destino sin problema.
Independientemente del tipo de medio de transporte utilizado en los desplazamientos que vayamos a realizar, es muy importante también hacer un pequeño repaso de algunas recomendaciones a tener en cuenta ayudados de los consejos del RACE.
Consejos para viajar en coche en Semana Santa
-Colocar la carga para no restar visibilidad y procurar no llevar objetos sueltos, sobre todo en la bandeja trasera, ya que puede resultar peligroso en caso de frenada o accidente (a 50km/h, se puede llegar a multiplicar el peso del objeto por 50).
-No salir nunca tras una jornada laboral, ya que podemos sufrir las consecuencias de la fatiga que ésta provoca. Programa el viaje con antelación y observa las horas de posibles congestiones.
-Tener en cuenta la posición del sol. No viajar hacia el sureste al amanecer y no viajar hacia el suroeste al atardecer. Nos dará el sol de frente con el consiguiente riesgo de sufrir un accidente.
-No realizar una conducción continuada durante mucho tiempo. Descansa cada dos horas ó 200 kilómetros como mucho, da un pequeño paseo con estiramientos, y bebe un refresco, ya que la fatiga reduce su capacidad física y de conducción, y hace aumentar el riesgo de accidente hasta en un 12%.
-Mantén siempre la distancia de seguridad y anticípate a situaciones de peligro con tiempo suficiente, indicando la situación al resto de los conductores.
-En caso de observar o sufrir un accidente, recuerda la conducta PAS: Proteger al accidentado, Alertar/Avisar a las emergencias y Socorrer a los heridos en los casos de extrema gravedad. Y por último, recuerda en caso de viajar con vehículo propio extremar la precaución durante el momento final del trayecto ya que aumenta el riesgo, tenemos fatiga acumulada, ganas de llegar al destino y posibles retenciones en las entradas.