Si nuestro coche “duerme” en la calle estos meses de frío intenso será habitual que más de un día lo encontremos con el parabrisas congelado debido a las bajas temperaturas. Pero debes tener claro que no cualquier método es recomendable para quitar esta capa de hielo. A continuación te explicamos por qué.
Descongelar el parabrisas con agua muy caliente, o con el aire de la calefacción a temperatura elevada, puede dañarlo seriamente por el cambio brusco de temperatura, provocando su rotura. Y este efecto se intensifica notablemente si el parabrisas tiene un impacto. Para retirar el hielo se recomienda utilizar una rasqueta de plástico, o rociar el cristal con alcohol.
Carglass, especialista en reparación y sustitución de lunas de vehículos, nos recuerda también que un impacto en el parabrisas puede convertirse en una grieta irreparable con los cambios bruscos de temperatura de esta época del año.
Se recomienda que el depósito de líquido limpiaparabrisas no se rellene sólo con agua, para evitar que se congele a bajas temperaturas. Especialmente si lo accionamos circulando, el agua puede congelarse sobre el parabrisas, dificultando la visión del conductor. Se recomienda el uso de líquidos limpiacristales adecuados.
Mantener en óptimas condiciones el parabrisas
Debido a la época del año en la que nos encontramos, la lluvia, la nieve, el viento o la niebla pueden aparecer durante el viaje. Por eso es conveniente mantener en perfectas condiciones el parabrisas y los limpiaparabrisas, para mejorar la visibilidad, ya que esta se reduce notablemente.
No hay que olvidar la importancia de verificar que el parabrisas no presenta daño alguno, ya que es una pieza fundamental para la seguridad. El parabrisas ofrece hasta un 30% de la resistencia estructural del vehículo, actúa como soporte de cámaras y sensores de dispositivos de ayuda a la conducción, y es vital para el correcto funcionamiento del airbag.
En la mayoría de los vehículos, el airbag se despliega apoyándose en el parabrisas, ejerciendo una enorme presión sobre el cristal. La fuerza del airbag puede hacer que un parabrisas mal instalado o agrietado se rompa o salga despedido, lo que provoca que la bolsa de aire no cumpla su función protectora.
Para que el mantenimiento sea totalmente adecuado, es aconsejable también renovar los limpiaparabrisas cada 6-12 meses. Usar un limpiaparabrisas en mal estado, además de no limpiar y eliminar el agua correctamente, puede rayar el parabrisas, lo que disminuye la visibilidad del conductor y aumenta el riesgo de accidente.