Pese a que todavía estamos en la primera mitad del periodo otoñal, es importante y necesario anticiparse al frío. Cada año, es fundamental realizar una serie de comprobaciones para evitar tener algún que otro susto debido a la nieve o al hielo.
Pese a que es muy recomendable seguir algunos consejos relacionados con la disposición de reservas de alimentación y dispensa en el coche, a continuación te mostraremos una serie de consejos exclusivamente relacionados con la mecánica y seguridad vial para este periodo.
Realizar una revisión para garantizar su estado de mantenimiento
Si hace ya unos meses que pasaste la ITV o realizaste el mantenimiento convencional, es posible que haya podido haber algún desgaste fortuito desde entonces. Por este motivo, se recomienda una nueva inspección para comprobar el estado de suspensiones o frenos, entre otros.
De esta forma, se puede garantizar que, durante las épocas de frío, se disfrutará de un rendimiento óptimo de elementos relacionados con la seguridad. Como bien dice el dicho, ¡mejor prevenir que curar!
Al mismo tiempo, se aconseja echar un vistazo al nivel del líquido anticongelante y del líquido disponible en el limpiaparabrisas, ya que bajo condiciones climáticas extremas los conductos podrían llegar a verse sometidos a diversas obstrucciones.
Neumáticos apropiados para todas las situaciones
Desde hace un tiempo, diversas casas de neumáticos han conseguido diseñar y producir compuestos que tienen un buen desempeño en las 4 estaciones del año. Sin embargo, las alternativas exclusivamente creadas para el invierno ofrecen un rendimiento que no tiene rival en situaciones de baja adherencia debido al frío.
Estos neumáticos de invierno se recomiendan, principalmente, para los usuarios que tienen que lidiar con las bajas temperaturas a diario. Poblaciones que viven en terreno montañoso o áreas en las que el sol no sale mucho en invierno son su principal público objetivo. ¿Por qué? Ofrecen un gran rendimiento en términos de seguridad ante placas de hielo y la presencia de nieve.
Si, en cambio, vives en un área en la que el clima no es tan perjudicial en términos de temperatura, puede que te sirva, simplemente, un juego de cadenas aptas para la nieve. De este modo, tan solo tendrás que utilizarlas si, hipotéticamente, si circulas por un terreno en el que ha nevado en las horas previas.
De igual modo, se recomienda vigilar la presión de los neumáticas. Es cierto que en los modelos más nuevos, hay un sensor que detecta si esta no es correcta. Aun así, conviene revisar los niveles cada pocas semanas con el objetivo de no degradar la calidad del mismo y, por supuesto, garantizar la seguridad de los ocupantes.
Kit de emergencia ante una posible salida de la vía
Si, pese a disponer de calzado apropiado, el coche termina encallado en la nieve, se recomienda disponer de un equipamiento básico en el vehículo. Este kit consistiría en disponer de una eslinga, un sencillo juego de herramientas y sal de carretera.
Contar con este equipamiento sencillo permitirá sacar el coche de la zona repleta de nieve con más facilidad. En ocasiones, ni siquiera basta con disponer de un neumático apropiado o un conjunto de cadenas especializadas. Por ello, en determinados casos, es necesario disfrutar de este tipo de servicios adicionales.