A no ser que hayas dado con este artículo por mera casualidad, si estás leyendo esta página web lo más normal es que te guste el mundo del automóvil, y como no, que te encante conducir. Es más, es algo que quieres hacer en cuanto tienes la ocasión; no dudas en ser tú el que conduces cuando sales de juerga con los colegas, aunque eso implique no beber, siempre que vas con tu novia eres el que conduce, o incluso no dudas en llevar a tu madre a ese sitio tan aburrido con tal de conducir.
Pues bien, aunque a ti seguramente no te lo parezca, conducir es una actividad que puede ser un auténtico infierno. Es más, hay gente que incluso padece de amaxofobia o miedo a conducir, y lo cierto es que si uno se para a analizar los inconvenientes con los que puedes encontrarte a la hora de conducir no es de extrañar. Si te apetece conocer algunos te dejamos una lista de 50 cosas diferentes, y aun así, seguro que se te ocurre alguna que no esté reflejado aquí.
Pero no te tomes a mal esta lista porque para nada tenemos la intención de quitarte las ganas de conducir, es más, apuesto lo que sea que te sentirás identificado con el último comentario de esta peculiar lista. Si es así, no cambies por favor.
- Querer salir o entrar en el garaje y tener que bajarte para girar con la llave porque el mando a distancia de la puerta se ha quedado sin pilas.
- Que haya precisamente una furgoneta de reparto en la entrada del garaje y tengas que llevarte 5 minutos tocando la bocina para que el dueño la retire.
- Que una paloma te deje un recuerdo suyo en el cristal y no tener agua en el depósito limpiaparabrisas.
- Y si tienes agua, que normalmente su efectividad sea tan poca que el cristal se queda peor que antes, por lo que no ves una mierda.
- Ver en una autovía o autopista el carril central y el carril izquierdo repleto de coches, y el de la derecha totalmente vacío.
- Ver la aguja del indicador de gasolina casi en la reserva
- Encender la radio y que precisamente estén poniendo esa canción que tanto odias.
- Esos parquímetros que te invitan amablemente a estacionar.
- Las retenciones que se forman porque hay coches en doble fila tanto en un sentido como en otro de la calzada.
- Esos conductores coleguitas que no dudan en pararse para charlar un rato cuando se cruzan sin importarles que están interrumpiendo el tráfico.
- Que tras aparcar te salga ese gorrilla de la nada para pedirte amablemente que abones el impuesto revolucionario que garantiza la integridad física de tu coche.
- Que te llamen al móvil y siempre sea ese amigo pesado que no para de hablar para no decir nada más que tonterías
- Encontrarte con un atasco.
- El pararte antes de entrar en una rotonda porque el listillo que está dentro no ha sacado el intermitente para indicar que va a tomar la salida
- Mirar en un semáforo al coche de al lado y que su conductor se esté sacando un moco.
- Mirar en un semáforo al coche de al lado y que el conductor que se está sacando un moco lleve en el asiento del acompañante a una tía que está buenísima.
- El típico coche que va pegado a tu culo porque tiene mucha prisa o es un amante del rebujo
- Los coches de autoescuela que van exageradamente lentos
- Que el niño pregunte “¿falta mucho para llegar?” cuando solamente llevas 5 minutos de viaje y todavía faltan 500 kilómetros.
- Que el tubo de escape del coche que tienes delante te haga entrar en una densa niebla propia de Londres a las 7 de la mañana.
- Los baches e irregularidades del asfalto fruto de pésimo mantenimiento de la calzada
- Los criminales badenes que hay en esas calles tan estrechas donde ir a más de 30 km/h sería una temeridad.
- Los carteles de la DGT que te recuerdan que “circules con precaución”. ¿Acaso no lo haces ya?
- Que el Sol te de justo en la cara y no llevar puestas las gafas de sol.
- Llevar puestas las gafas de sol, entrar en un garaje subterráneo de un centro comercial y no poder quitártelas porque eres más miope que un topo viejo.
- Que la máquina que te da el ticket del aparcamiento se averíe justamente cuando quieres entrar, y para colmo, antes dejaste pasar amablemente al coche que te precede
- Tener que llevarte dos horas dando vueltas en el garaje porque no hay un maldito sitio donde aparcar, y para colmo, el que dejaste pasar amablemente lo haya hecho en la misma puerta.
- Que se empañen los cristales.
- Y que el niño lo aproveche a modo de lienzo para hacer graciosos dibujitos que después se quedarán marcados.
- Los peajes.
- Pararte en un paso de peatones para que cruce ese adorable ancianito y que éste te diga “pasa, pasa, que no voy a cruzar”
- Los que creen que su coche es más deportivo porque van con las luces antinieblas encendidas todo el tiempo
- Tener que hacerle ráfagas a un imbécil que te deslumbra porque no ha quitado las luces largas.
- Tener que hacerle ráfagas a otro imbécil que ha olvidado encender las luces.
- Ese típico motero que aprovecha para pasar a toda pastilla entre los coches cuando están parados.
- Ese semáforo en rojo que dura una eternidad y que cuando se pone en verde dura un par de segundos.
- Esos coches que adelantas porque van muy despacio, que después te adelantan a toda pastilla, que después vuelves a adelantar porque otra vez van despacio… En definitiva, aquellos que no saben qué es la velocidad constante.
- Los coches que frenan como si fueran Fernando Alonso antes de una curva de un gran premio porque justo a 5 metros hay un radar.
- Los gatos y otra fauna animal con tendencias suicidas.
- Los que se meten entre el coche que llevas delante y el tuyo para incorporarse a la salida en modo kamikaze obligándote a pegar un frenazo mientras te cagas de todo su árbol genealógico
- Los que giran, giran, giran, giran, giran, giran, giran, y giran sin usar los intermitentes.
- Estar aparcando y percatarte que hay un adorable anciano mirándote fijamente y analizando meticulosamente cada uno de tus movimientos esperando ansiosamente que le des un golpecito al coche que tienes detrás.
- Ver que un coche va a dejar un aparcamiento, sacar el intermitente para esperar a que salga y que éste tarde una eternidad en salir.
- Que tu mujer te diga “mira cariño, ahí hay un hueco grande para aparcar” sin especificar donde es el “ahí”.
- Que tu acompañante te diga que sabe llegar a donde queréis ir y su vocabulario para indicarte el itinerario para llegar se reduzcan a “tira pa arriba”, “tira pa abajo” y “por allí”.
- Los que pitan cada vez que pasan por un cruce para no tener que frenar
- Que antes de que te hagan un control de alcoholemia el guardia civil te pregunte si has bebido o no. ¿No se supone que el control está precisamente para eso?.
- Escuchar un ruido extraño en el coche y no saber qué demonios puede ser.
- Los que no te dan las gracias cuando les has facilitado una maniobra amablemente.
- Que después de leer esta lista, seguramente todo te de igual y no encuentres una razón que explique por qué disfrutas tanto cuando te sientas tras el volante.