Como ya he dicho en más de una ocasión, soy una persona bastante chapada a la antigua a la hora de conducir. Particularmente, no me llaman la atención todos esos sistemas de infoentretenimiento con los que vienen dotados los automóviles actuales porque sencillamente no creo que sean tan necesarios a la hora de conducir. Pero claro, como ya he dicho, a mí me basta simplemente con un volante, pedales y caja de cambios.
Guste o no, el mundo del automóvil no es inerte a la cada vez mayor avance de la tecnología, y el público demanda este nuevo tipo de necesidades. Sin embargo, como ocurre con otros aspectos, a veces los avances tecnológicos no cumplen perfectamente con su función de hacernos la vida mucho más fácil, y a veces solemos perder las casillas ante el funcionamiento de un producto.
No niego que estos nuevos gadgets traten de hacernos la vida a bordo de nuestro coche mucho más placentera y cómoda, pero quienes somos un poco críticos con ellos, seguimos viendo dos inconvenientes fundamentales: el mayor tiempo de aprendizaje que se requiere para conocer la funcionalidad de estos sistemas, y que dichos sistemas puedan acabar siendo más una molestia que una necesidad.
¿Pero en realidad los vehículos actuales pueden estar dotados de sistemas que literalmente pueden ponernos de los nervios? Al menos, eso es lo que parece tras la conclusión por parte de los editores de cars.com tras probar 75 vehículos de reciente factura. ¿Te apetece saber cuáles son?
Los controles sensibles al tacto
O dicho de otro modo, apretar el botón sin que este exista. En realidad realizan la misma función que un botón corriente, con la salvedad de que al estar integrado con la forma de la consola, es imposible localizarlo a través del tacto, además de ser más complicado de accionar al tener que presionar la zona correspondiente para accionar su funcionamiento, por lo que eso de que sean “sensibles al tacto” suele quedar en entredicho.
Y es que se antoja complicado buscar una ventaja de estos sistemas que vaya más allá de la simple apariencia visual y el ahorro de costes para los fabricantes, aunque en este último apartado tengo que reconocer que puede que esté equivocado.
Pantallas táctiles
Hay que admitir lo futurista y bonito que quedan el interior de los vehículos actuales con esas pantallas táctiles. Nos hacen sentir como en una nave espacial, y lo mejor de todo, que siempre nos permiten estar conectados.
Además, poseen la ventaja de tener todo lo necesario integrado en un sólo sistema: música, información, entretenimiento, etc. Sin embargo, para poder accionarlos es necesario que desviemos la atención de la carretera para ver la pantalla, al igual que hacemos en el caso de los móviles o tablets y ya sabemos el gran riesgo que puede suponer sufrir algún riesgo de distracción cuando estamos conduciendo.
Sistemas de navegación
Evidentemente no son nada nuevo, y el uso de estos sistemas es ya habitual en cualquier tipo de conductor. Y aunque también pueda provocar distracciones a la hora de conducir, o ponernos de mala leche cuando nos ha indicado mal la ruta que debemos seguir, paradójicamente es su desactivación en marcha lo que más histérico puede volverte.
Es decir, para ayudar a mantener la atención del conductor en la carretera, muchos coches desactivan esta función cuando el coche está en movimiento, por lo que para poder indicar el lugar a donde quieres ir, necesariamente debes estar parado con tu vehículo. ¿Pero qué ocurre si vas acompañado? Pues que no sirve de nada, algo que no se comprende, porque el acompañante podría estar inscribiendo las indicaciones en el sistema sin necesidad de que se tenga que detener el vehículo.
Los posavasos
Pues sí, algo tan sencillo y también antiguo como es un posavasos puede alterarte. Porque, ¿ha quién no le ha venido demasiado grande o demasiado pequeño el posavasos de su coche?
Está claro que el hecho de que el vaso o botella en cuestión encaje a la perfección en el correspondiente posavasos es una quimera, y aunque haya surgido inventos para mitigar que la bebida se derrame a veces uno piensa que es mejor esperar un poco para saciar la sed.
Llaves gigantescas
Tengo asumido que ese ritual de introducir la llave en el sistema de contacto y girarla para arrancar nuestro vehículo ya ha pasado a mejor vida. Con el arranque por botón las llaves actuales de los vehículos son de todo, menos llave.
Hoy en día podemos abrir, arrancar y cerrar nuestro vehículo sin necesidad de sacar la llave de nuestro bolsillo o bolso. Eso es una ventaja, lo admito, sin embargo, esto ha propiciado que el tamaño de las mismas haya incrementado notablemente, lo cual es un engorro para quienes van por la calle sin ningún tipo de bolso, bandolera, o mochila y está obligado a depositarla en los estrechos bolsillos de su pantalón, lo cual incrementa el riesgo de perderla.
Sistemas controlados por voz
El controlar una máquina mediante ha sido el sueño de antaño de muchos amantes de la ciencia ficción, y ahora es una realidad. Muchos fabricantes ofrecen automóviles con algún tipo de sistema controlado por la voz, por lo que dando un sencillo comando el ordenador ejecuta la orden que le hemos dado.
Pero en la práctica la cosa no es tan simple, ya que en ocasiones dichas órdenes se suelen malinterpretar. Además, hay que tener en cuenta que no debemos hablar como si lo hiciéramos con otra persona, sino con un equipo basado en menús, lo que nos obliga a adaptarnos a este nuevo tipo de lenguaje. Y con todo, también debemos cuidar nuestra vocalización, sobre todo si tenemos un acento muy marcado o algún tipo de afectación del habla.
Sensibles alarmas
A estas alturas seguro que sobra explicar cuál es la función principal de una alarma: la de evitar el robo de tu vehículo. Sin embargo, en muchas ocasiones estos sistemas saltan por simples hechos como un sonido muy elevado (seguro que en navidad has visto saltar la alarma de un coche por culpa de los cohetes y petardos) o porque alguien se a apoyado en él.
De modo que ocurre como el cuento “El Pastorcito y el Lobo” que de tanto sonar la alarma, su dueño acaba desactivándola, hasta que…
Espejos retrovisores minúsculos
Si hay algo de lo que pecan muchos más vehículos actuales si los comparamos con sus predecesores, es que debido a su diseño, a veces no ofrecen toda la visibilidad que nos gustaría para conducir totalmente seguros.
Los espejos retrovisores no se han quedado al margen de esta tendencia de estilo, y aunque los del lado del acompañante sean convexos para aparentar que los vehículos están más cerca de lo que realmente se encuentran, a veces su pequeño tamaño nos hace desear poder observar más superficie de la que muestran.
Al menos, en este sentido hay que señalar que los detectores de ángulo muerto vienen a ser un útil complemento para evitar comernos a otro vehículo cuando cambiamos de carril, pero recordemos que según el vehículo que compremos, puede ser un extra que hay que pagar.
