Si hay algo que me pone de los nervios cuando voy circulando, son esos conductores que siempre apuran hasta el último momento por el carril izquierdo para cambiar dos o más carriles en apenas 100 metros con el objetivo tomar su correspondiente salida. Siempre lo he comparado a ir andando con los ojos cerrados; quedas muy guay, pero tarde o temprano te acabarás chocando con una farola, tropezando con un bordillo, o pisando una mierda de perro.
Pero lo que más me sorprende de estas actitudes es la ignorancia que muchos conductores parecen tener a cerca del peligro que esta maniobra conlleva. La más habitual es el llamado “efecto acordeón”, ya que implica que el coche que va circulando tranquilamente por su carril deba frenar para literalmente no comerse al infractor, provocando encima que el resto de vehículos que le suceden también deban frenar.
Además, para cambiar de carril hay que asegurarse primero que podemos realizar la maniobra, tener en cuenta el temible ángulo muerto, señalizarla, y ejecutarla de forma suave mientras nos aseguramos que el carril donde queremos incorporarnos está despejado para poder continuar con nuestra velocidad de forma constante. Y no hay que olvidar que el código de circulación dice que debemos circular siempre por el carril que mejor convenga a nuestro destino, de modo que si sabemos donde se encuentra la salida que debemos tomar. ¿Qué sentido tiene y que ganamos circulando por el carril más alejado de la misma hasta el último momento?
Y después de haber dicho esto, me gustaría que vieses el siguiente vídeo y saques tus propias conclusiones.
Este terrible accidente ocurrió en una autovía de Bélgica. Como habrás comprobado, el conductor del Ford Focus, seguramente al comprobar que se pasaba de salida, no dudó en pasar de forma rápida y brusca desde el carril de la izquierda hasta el de salida. Son tres carriles los que tiene que cruzar de sopetón, pero el más peligroso es el último, ya que no duda en ponerse al rebujo del camión amarillo y cambiar de carril prácticamente a ciegas, con la mala fortuna de que el carril de salida se encuentra saturado y no puede evitar el estrellarse contra otro camión.
Pero para rematar, el camión que lo graba todo tampoco puede evitar el brutal impacto. Afortunadamente, parece un milagro que dicho accidente se haya saldado sin ninguna víctima mortal. El conductor fue hospitalizado en estado crítico con vértebras cervicales rotas y se recupera con normalidad, mientras que la mujer que le acompañaba entró en coma pero ha conseguido despertar y también evoluciona favorablemente.
Para terminar, me gustaría recordar eso que dicen que una imagen vale más que mil palabras, así que si sueles ser de esos conductores que ignoran los peligros de no circular por el carril adecuado, nunca olvides el vídeo que acabas de ver, porque de no hacerlo tal vez puedas ser el protagonista del siguiente.