Pedir carreteras de dos carriles en cada uno de los sentidos en todos los tramos de vías es inviable y difícil que suceda en el futuro. Sin embargo, las carreteras de doble sentido y que únicamente están delimitadas por una sola línea que determina cuando se puede adelantar y cuando no siguen siendo muy peligrosas y las que más número de fallecidos suman.
Pese a que lo automóviles de hoy en día ofrecen niveles de seguridad mucho más adaptados a los tiempos que corren hoy en día, se siguen produciendo en ocasiones situaciones de alto riesgo para los ocupantes de los vehículos que pueden verse implicados en un accidente. En la mayoría de estos percances, el fallo se produce por una temeridad llevada a cabo por algún conductor imprudente. Precisamente el vídeo de hoy muestra una temeridad llevada a cabo por el conductor del Volvo XC90, el SUV de la marca sueca.
Imágenes de la temeridad del conductor del Volvo XC90
El conductor del todoterreno, no se sabe si por prisas o por mero amante del riesgo, decide comenzar un adelantamiento infinito tras superar una curva. No se sabe si conocía el trazado o pensaba que había más hueco para adelantar pero lo que sí que es cierto es que lo hizo sin dudar. Pisó a fondo el acelerador y emprendió la carrera.
Es verdad que en el momento en el que pone el intermitente está la línea discontinua pero cuando realiza la maniobra no. Por tanto y, no hay ninguna duda, está claro que hay una irregularidad que debería ser castigada con una fuerte multa. Sin embargo, lo más duro viene ahora. El conductor, cerciorándose que está infrigiendo las normas de seguridad vial, continua por el carril izquierdo durante unos cuantos metros, los justos que hay entre la recta y la curva sin visibilidad siguiente.
Es aquí precisamente cuando desde el carril opuesto aparece un coche que circula correctamente. ¿Qué ocurre? Afortunadamente, tanto el conductor de este vehículo como el del Volvo XC90 reaccionan a tiempo para evitar una colisión que parecía inevitable. Afortunadamente, todo quedó en un susto. En un principio, ambos coches tomaron la misma decisión, volantear en dirección al arcén. En cambio, el todoterreno pudo contravolantear para evitar embestir al turismo que viajaba correctamente.
Finalmente, no tuvieron que lamentarse pérdidas humanas en este accidente. Quizás el destino, la propia suerte o incluso unos reflejos entrenados fueron las causas por los que este potencial accidente quedó en un susto. Esperemos que esta historia le haya servido de toque de atención al conductor del Volvo para que cambie su modo de conducción desde ese preciso instante.
Estas imágenes deben de servir de ayuda para concienciar a todos los conductores que cometen infracciones todos los días. Sobre todo, deberían proyectarse para aquellos que comienzan su andadura en esto de la conducción. Pisar el acelerador es nuevo para ellos y puede convertirse en un arma de doble filo si no se sabe tratarlo con delicadeza. Ojalá y no se repitiesen escenas como la que acabas de contemplar.