Dentro del mundo de la competición del motor podemos encontrar una gran variedad de disciplinas: tenemos las carreras de monoplazas, turismos, copas monomarcas y eventos de resistencia, por citar algunos ejemplos. Sin embargo, muy pocas de estas disciplinas consiguen levantar entre sus aficionados una pasión tan grande como los Rallies, tanto, que incluso para muchos se convierte en una filosofía de vida.
Muchos ven al Rally como un deporte demasiado peligroso, donde los espectadores corren peligro, y donde los pilotos pueden catalogarse como de verdaderos temerarios que se juegan la vida. No hay adelantamientos, no hay duelos cara a cara entre pilotos, y para poder verlos en vivo tienes que buscarte un incómodo sitio que para nada se parece a la comodidad de un circuito.
Sin embargo, estas peculiaridades incomprendidas por muchos son lo ingredientes que endulzan la vida de sus seguidores; ver a un piloto exprimiendo al máximo a su vehículo en tramos que nada tienen que ver con el liso asfalto, dominar el derrape, y la posibilidad de poder emularlos gracias a los campeonatos amateur son sus credenciales más significativas.
A lo largo de este año que nos deja, desde Freno Motor te hemos ido acercando este incomprendido mundo con el objetivo de que lo conozcas un poco mejor a través de su historia, mostrándote hasta qué punto sus pilotos van al límite, o incluso con accidentes que se salvan de forma milagrosa
Así que para despedir el 2014 en lo que a este mundo se refiere, te dejo con un vídeo que recopila los accidentes más espectaculares ocurridos en multitud de campeonatos y disciplinas. Y lo hago con el objetivo de hacer comprender mejor a todos aquellos que no comprenden este mundo, cómo sus pilotos se la juegan curva tras curva. Porque como dijo el piloto británico Roger Clark, “mientras no vea la carretera por la ventana trasera, todo va bien”.