El mundo de los monoplazas es muy exclusivo. Si en el segmento de los biplazas hay pocas opciones a elegir, en el de los monoplazas la oferta está limitada a prácticamente modelos muy concretos y que bien podrían contarse con los dedos de una mano. La mayoría de éstos únicamente puede rodar por circuito, por lo que encontrar uno que tenga la homologación para conducirlo por la vía pública es difícil.
Uno de los pocos casos que cumple con las características necesarias es el modelo que fabrica de forma muy exclusiva la firma Briggs Automotive Company (BAC), la cual tuvo representación en el Goodwood Festival of Speed gracias a su Mono. Este coche de carreras es muy especial pero si no te conformas con poseer uno de los pocos que existen en el mundo siempre podrás tener uno a conjunto con tu yate. El ejemplo de hoy en día no es apto para todos los bolsillo, pero, ¿a quién no le gustaría ver como sale un track days car de la compuerta de un barco de algún millonario?
BAC Mono Marine Edition
Hay que decir que no se podría haber usado un nombre mejor para denominar a esta edición especial. El Marine Edition ejemplifica qué es el lujo. Habilitar un mecanismo con el objetivo de poder guardar esta ‘perla’ dice mucho del público al que va dirigida la marca BAC. Pero, ¿están todos los yates y buques preparados para ofrecer estas instalaciones con su sistema que actúa a modo de parking?
Es importante destacar que esta edición exclusiva, a diferencia del convencional, posee todos los componentes con protecciones anticorrosión para evitar que se deteriore con el paso del tiempo. Además, la empresa de estos superdeportivos incorpora una especie de caja con sensores de humedad y temperatura para que el coche tenga toda una serie de cuidados que eviten que se estropee por las condiciones climáticas que hay en alta mar por el salitre.
Exteriormente, no se pueden observar multitud de diferencias respecto al modelo que sorprendió gratamente hace unas semanas. Únicamente y, solo si tienes suerte de poder verlo en directo, podrás diferenciarlo por la inscripción que posee esta edición en su alerón trasero. Por lo demás, comparte los mismos componentes que el modelo original.
Para hacerte memoria, este monoplaza estableció un nuevo record de velocidad en el festival de Goodwood gracias a su irrisorio peso de 580 kilogramos y su potencia de poco más de 300 CV, extraídos de un motor de 2.5 litros. Pese a ello, su precio, más de 775.000 dólares, no se justifica por las prestaciones ni por el diseño. Básicamente, desde la empresa fundada por Ian Briggs han querido señalizar este producto como muy exclusivo y qué mejor que poner un precio desorbitado para atraer la atención de los más ricos del mundo.
Sea como fuere, no se espera que se venda en grandes masas porque hay muchos condicionantes. Ataca a una necesidad muy muy concreta por lo que el proyecto no parece que vaya a tener grandes beneficios. Habrán hecho sus propios estudios de mercado pero eso no garantiza que se traduzca en un gran pack de unidades vendidas.