Si por algo se conoce a Ken Block en el mundillo del motor es por sus espectaculares hazañas al volante. En más de una ocasión nos hemos hecho eco de su pericia a los mandos de cualquier vehículo, ya que este piloto norteamericano de rallies es uno de los mejores y más famosos por sus retos imposibles y sus emocionantes vídeos. Sobre todo destaca en la disciplina de gymkhana automovilística, en la que es un verdadero maestro.
Gracias a sus vídeos y demostraciones, se ha hecho un nombre en otros deportes de acción como el skating, el motocross o el snowboarding. Debido a su experiencia en el deporte extremo ha fundado la marca de zapatillas DC Shoes, en la que ejerce funciones de branding o desarrollo de marca.
¿Chris Harris, futuro sucesor de Jeremy Clarkson?
El otro protagonista, junto con Ken Block, del vídeo que hoy nos ocupa es el controvertido periodista británico Chris Harris. Y escribo lo de controvertido porque en la más pura tradición amarillista de la prensa británica en general (y de motor en particular), intenta hacer méritos para conseguir un programa de máxima audiencia en prime time a base de comentarios ácidos y de meter más caña de la cuenta a las marcas que no le gustan.
Aunque nadie puede negar que de deportivos sabe un montón, ya que prácticamente los ha probado todos. Y además es capaz de sacarles todo el jugo. Es obvio que está bien dotado para el pilotaje y maneja con sorprendente soltura el volante, como podemos ver en este clip con el taxi de Top Gear Live como protagonista, y en el que demuestra tener mejores cualidades que el todopoderoso Jeremy Clarkson.
El Ford Mustang versión Hoonicorn RTR
Para promocionar su Gymkhana Número Siete, Ken Block ha decidido darle una vueltecita a Chris Harris en su nueva bestia, el Ford Mustang del año 1965 reconvertido en Hoonicorn RTR. Este extravagante modelo de llantas doradas y freno de mano hidráulico para facilitar los derrapes parece salido de una película de serie B. Se ha diseñado y construido en el taller ASD Motorsports de Carolina del Norte, con un motor Roush Yates V8 de 845 cv que cabe a duras penas en el vano motor del Mustang. El propio Block ha confesado que su inspiración proviene directamente de los Hot Wheels con los que jugaba en su infancia.
Las secuencias han sido grabadas con una cámara subjetiva empuñada directamente por Harris, así que no nos deja ver mucho más que su cara contraída por una mueca mitad de espanto y mitad de placer. Pero es fácil deducir que el vehículo está más tiempo derrapando que siguiendo alguna trayectoria mínimamente normal.