En las carreteras hay conductores para todo y de todo tipo. Están los que quieren pasar desapercibidos, los incautos, los que cumplen con las normas y los que, desgraciadamente, se las pasan por el forro. Ahora, entrando un poco más a fondo en el meollo de la cuestión, ¿cómo catalogar a los que prefieren realizar algunas modificaciones?
Los verás discretos, los que apuestan por una mejora de las prestaciones, los ‘reshulones’ y los que, por qué no decirlo, tienen hasta buen gusto a la hora de sustituir alguna que otra pieza. ¿Y si hablamos de sonido? Como ves, este tema daría para mucho por lo que hoy nos vamos a centrar, sobre todo, en el ruido que se desprende del escape.
Seguro que has escuchado alguna vez has escuchado un motor muy potente pasar desapercibido frente a ti. ¿Recuerdas uno de los primeros Mercedes Clase S 600? Pues bien, pertenecía a este grupo ya que apenas se hacía notar su imponente motor V12.
Este propietario quería que su Mercedes clásico sonase como un Formula 1
¡Vaya si lo consiguió! Las imágenes muestran a la perfección cómo la berlina de alta representación acelera y sube de revoluciones al mismo tiempo que agudiza el sonido de los escapes. Te preguntarás, ¿cómo dice que suena a uno de los monoplazas de competición?
Hay que ver ese motor en pleno rendimiento para darse uno cuenta de la melodía que sale de sus escapes rodando a unos cuantos miles de revoluciones. El propietario, el señor Ekimani, tenía muy claro qué es lo que podía sacarle a una de las berlinas más lujosas por aquellos tiempos.
La versión W140 de este Clase S posee un escape que apenas cuenta con curvaturas sobre el chasis. Esto permite que no se enmascare un sonido mucho más llamativo que el que venía de serie en tiempos de producción.
Y tú, ¿creías que alguna vez ibas a poder ver cómo un buque insignia de la compañía iba a tener un sonido tan llamativo? Es cierto que desde que la compañía se alió con AMG cuenta con un mejor sonido en las versiones más deportivas de cada variante pero ver algo así en un modelo que cuenta con más de dos décadas de vida era algo que casi nadie esperaba.
