Quienes le damos importancia al estado exterior de nuestro vehículo siempre tenemos un temor que nos corroe la sangre cada vez que vamos a sitios como centros comerciales o cualquier otro tipo de recinto que posee un gran parking, y es encontrarnos el temido recuerdo en forma de arañazo o pequeño golpe por parte del que ha estado aparcado a nuestro lado. O si vives en un edificio con aparcamiento subterráneo, siempre maldices que tu vecino aparque su coche tan cerca de la línea que separa su plaza de la tuya que apenas tenga espacio para salir con comodidad.
Es automático, llegamos a nuestro coche y antes de montarnos le hacemos una inspección ocular mientras rezamos que no tenga nada, y en cuanto vemos una mínima señal de impacto, ya nos estamos acordando de la madre del causante.
Sin embargo, eso no quita que dejemos de ser seres civilizados y no comprendamos que esas plazas están para el uso de todos, aparcando nuestro coche cogiendo dos plazas de forma deliberada y así garantizarnos un espacio vital que asegure la integridad física del vehículo. Porque apuesto que en más de una ocasión te has visto frustrado o lleno de ira por intentar aparcar en un parking repleto, ver un sitio libre y cuando llegas esperanzado tras dar tres vueltas al mismo sin encontrar un espacio libre ver que tu coche no cabe porque el vehículo de al lado está mal aparcado.
Pues bien, si eres de los que hace esta condenable práctica de forma deliberada, ten mucho cuidado no vayas a ser víctima de algo similar a lo que le ocurrió al conductor del Hyundai Sonata que aparece en el siguiente vídeo.
Como habrás visto, el dueño de la camioneta estalla de ira tras intentar aparcar durante nada más y nada menos que 30 minutos, y no tener espacio suficiente para ello porque el Hyundai está aparcado ocupando parte de su plaza. El coche está aparcado de tal manera de forma intencionada para que el conductor pudiese salir del mismo sin que la pared le molestase demasiado. De modo que el conductor de la camioneta decide aprovechar el poderío de su coche para dejar sutilmente el Hyundai dentro de los límites de su plaza.
Evidentemente, el comportamiento del conductor de la camioneta no se justifica con ningún argumento, pero este vídeo bien nos sirve como ejemplo de que aunque no nos guste, somos un animal que vive en una sociedad que sería más sencilla si no hiciéramos a los demás lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros. Seguro que el conductor del Hyundai ha tomado buena nota de ello.