La última creación del diseñador del buque insignia de Ferrari, el LaFerrari, no tiene algunos de los componentes que calificarían sus bocetos como un nuevo digno sucesor del modelo híbrido actual. Prescinde de frenos, cuatro ruedas motrices y otro gran número de elementos imprescindibles para alcanzar las cifras vertiginosas que actualmente consigue gracias al V12 que hay bajo su capó, que conjuntamente a un motor eléctrico, generan una potencia total de 800 CV.
¿En qué se ha inspirado para crear este diseño tan futurista?
Esta espectacular creador surge a raíz de algunos de los fotogramas de películas que han tenido repercusión en el panorama cinéfilo. De este modo, algunos largometrajes como ‘Odisea en el espacio’ o ‘Flash Gordon’ han revitalizado una sensación dentro del mismo jefe de diseño de la firma italiana que le ha llevado a la puesta en marcha de un diseño que a día de hoy, no entra en los planes de la compañía para sacarlo adelante en el largo plazo.
Si hace unos días quedábamos sorprendidos acerca de cómo serían algunos de los vehículos que vemos a diario por las calles sin ruedas que conectasen el vehículo con el asfalto, hoy es el cambio radical ocurrido en la fábrica de Maranello, en el departamento de diseño.
Si se observan con detenimiento los bocetos que han salido a la luz, se puede observar como la forma del conjunto de la nave está diseñada y pensada para reducir drásticamente la resistencia al aire. Para canalizar el aire de la parte delantera a la trasera y facilitar las maniobras se ha dispuesto de un alerón doble que facilitaría la acción de giro.
A su vez, en el morro se sitúa una especie de alerón delantero que recuerda a los actuales Formula 1. No hay detalles acerca del uso de materiales que se usarían en el proceso de fabricación de esta nave, pero sí que da la sensación de que tiene que llevarse a cabo una optimización del peso para garantizar el vuelo en una nave de estas características.
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Volviendo a poner los pies en la tierra, sinceramente no creo que pueda vivir la época en la que la conducción sea cosa del pasado y viajar sea lo más aburrido del mundo. Lo que sí que está claro es que la tecnología avanza a pasos agigantados, ya sea en la mejora de procesos de producción o creando nuevas fuentes de innovación, como el sistema de conducción autónoma probado por Daimler recientemente.