La industria del automóvil, hasta ahora, no ha precisado de la obligación del uso de botiquines con todo lo necesario para atender, en caso de urgencia, a una víctima de un accidente. En cambio, hay países en los que es absolutamente obligatorio disponer de una serie de productos sanitarios en el coche.
No es que uno esté obligado a llegar todo el equipamiento médico de una UVI móvil pero sí un conjunto de bienes que incluyen vendas y material de primeros auxilios, entre otros. Ahora, una nueva encuesta acaba de poner en relieve la necesidad de incluir entre el obligado material un sistema desfibrilador. El motivo principal que se achaca es la necesidad de combatir los ataques al corazón que se producen en la conducción.
Se calcula que actualmente el infarto de miocardio es la principal causa de muerte entre la población de todo el mundo. Por ello, se ha avivado un un debate que parecía estar cerrado. ¿Es necesario adecuar todo el parque móvil con tal de reducir el número de fallecidos en las carretera? Es decir, ¿habría que dotar a todos los coches privados con un sistema para incrementar los niveles de supervivencia de las dolencias cardíacas?
Desfibriladores en los automóviles, ¿obligación de llevarlos en el maletero?
Actualmente, en España, no es obligado, ni siquiera, llevar consigo un botiquín de primeros auxilios. Sin embargo, sí que es imprescindible contar, por ejemplo, con un juego de gafas en la guantera si tienes algún problema de vista que te limite las condiciones para conducir o con un repuesto de luces por si se te funde alguna. Son normas que están más que anticuadas y, no obstante, continúan estando dentro del marco de la seguridad vial.
Ahora bien, ¿qué debería cumplirse para que fuese obligatorio equipar todo el parque automovilístico de España con sistemas desfibriladores? En primer lugar, debería contarse con un número de unidades de sobra. Primer problema. No hay oferta suficiente para dotar a todos los vehículos privados de los aparatos médicos.
El siguiente problema está relacionado con el precio. ¿Pagar en torno a los 1.000 euros por una unidad? Muchos propietarios no podrían asumir tal coste, negándose a instalarlos en sus vehículos sin ser financiado completamente por el organismo regulador. ¿Funcionamiento? Habría que añadir cursos formativos y de reciclaje para garantizar que todo aquel que dispone de un sistema de detección de anomalías en el funcionamiento del corazón supiese usarlo en una hipotética ocasión.
Algunas compañías son conscientes del elevado número de fallecidos en las carreteras a consecuencia de haber sufrido un ataque cardíaco. Empresas como Ford comenzaron una línea de investigación en el pasado para crear un asiento que pudiese guardar una ‘telemetría’ de los latidos del corazón del conductor con el fin de detectar de la forma más precoz posible un accidente cardiovascular fatal.
La principal ventaja del uso de este sistema sería poder contar con elemento de primeros auxilios en prácticamente cualquier lugar. A modo de recordatorio basta decir que este tipo de medidas de protección están sobretodo y de manera obligatoria en recintos deportivos y otros lugares de la administración pública.