Seguro que en más de una ocasión, has escuchado eso de que los motores diesel son más duros, robustos y fiables que los de gasolina. Pues eso es algo que, gracias a las actuales tecnologías, está dejando de ser verdad. Aunque antiguamente las mecánicas de gasoil solían ser sólidas y estables gracias a su simplicidad, hoy en día ciertos requerimientos del mercado, así como las actuales tendencias medioambientales, están provocando que este tipo de propulsores se hayan vuelto una constante fuente de problemas para sus propietarios.
La obsesión por los motores diesel
Desde hace unos cuantos años se viene produciendo un fenómeno inexplicable y que delata la poca cultura de los consumidores españoles a la hora de llevar a cabo una de las compras más importantes de su vida: la adquisición masiva de vehículos equipados con motores diesel, independientemente de si realmente necesitan una motorización así.
Diego Liarte lo ha explicado muy bien en este mismo blog y no voy a abundar más en ello. Pero no puedo dejar de resaltar que muchos compradores, influenciados por consejos poco sensatos de “supuestos” amigos o familiares, tan solo piensan en el ahorro al repostar –gracias a una autonomía mayor, ya que el precio de ambos carburantes está prácticamente equiparado–, obviando que en muchos casos un motor equivalente de gasolina les costaría inicialmente mucho menos dinero.
A nivel europeo se estima que el 55% de las nuevas matriculaciones son de motores diesel. Un dato que en España ha llegado a rozar casi el 70% en algunos momentos, lo cual evidencia que esta obsesión por el diesel no se sustenta en un análisis racional de las necesidades concretas de cada conductor.
Los ya no tan fiables motores diesel
Pero el motivo de este artículo era derribar un mito, y aún no lo he hecho. Voy a explicar por qué el diesel ya no es tan fiable como antes. La típica percepción de solidez que se ha instalado en muchas mentes se debía a las poquísimas averías que antaño tenían los motores alimentados con gasoil. Pero esos motores antiguos, aunque eran eternos y casi irrompibles, no proporcionaban las mismas prestaciones que los de gasolina. Los diesel antiguos, aunque consumían muy poco, eran coches perezosos, lentos y sosos. Por eso los fabricantes empezaron a innovar con elementos como el turbo, la inyección directa, la gestión electrónica del motor… Así los diesel empezaron a tener más mordiente, equiparándose a sus homónimos de gasolina.
Esas innovaciones técnicas generaron un aumento considerable de las ventas, en detrimento de los propulsores de gasolina. Aquello provocó que las autoridades medioambientales pusiesen el foco sobre este tipo de tecnologías altamente contaminantes. Y decidieron que, si no se reducían las emisiones tóxicas, los freirían a impuestos. Así que los diseñadores empezaron a trabajar en soluciones tan avanzadas como los filtros de partículas, los catalizadores, los depósitos de urea, las válvulas EGR,… para disminuir esas emisiones contaminantes y cumplir con la normativa vigente.
Pero, claro: a mayor tecnología y complejidad en un motor, más posibilidades hay de que se rompa. Por eso es fácil escuchar a cualquier propietario de un diesel moderno lamentarse por los leñazos que le meten en el taller cada vez que alguna de esas “delicadas” piezas deja de funcionar correctamente. Y eso es algo que no sucede generalmente con los motores de gasolina, gracias a que es un combustible mucho más limpio —los motores diesel son demasiado sofisticados para un combustible tan basto como es el gasoil—, que deja menos residuos de carbonilla dentro del motor, y que carece en ocasiones de estas piezas tan delicadas y que se obstruyen.
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¿Estás de acuerdo en que hoy en día los motores diesel dan más problemas que los de gasolina? ¿Has tenido alguna experiencia negativa con un diesel moderno?
Grandísimo artículo. Si los pregoneros siguieran existiendo deberían recitarlo tres o cuatro veces al día por las calles de nuestras ciudades como un buenísimo ejemplo de que normalmente solemos comprar cosas que no se ajustan a nuestras necesidades reales.
Muchas gracias, Álvaro. Me siento halagado y conmovido.
[…] son las motorizaciones y la capacidad de arrastre y empuje derivados de cada una de ellas. Con mecánicas diésel 1.3 y 1.6 se obtienen buenas cifras de par motor a bajas revoluciones, lo que es bastante útil […]
[…] La dieselitis es una enfermedad que sufren la mayoría de personas que se compran un coche. Aunque en los últimos tiempos la conciencia de que un diesel no es la compra óptima para cualquier necesidad ha ido aumentando, aún hay muchas personas que cometieron ese error en el pasado, o que a día de hoy ven el diesel como mejor compra solo porque gastan menos y el combustible es más barato. […]
He tenido coches diesel y gasolina y por experiencia digo que prefiero.un.buen.gasolina a ser posible atmosferico la tranquilidad que da el saber que tu coche estará ahí y arrancará siempre no tiene precio. He tenido dos coches con motor V8 gasolina de gran cilindrada y nunca han fallado. Y también todoterrenos V8 con motor diésel con turbo common rail intercooler etc…y.todo son problemas y facturas elevadas en el taller . Merece la pena el superior consumo de un.gasolina (pues ciertamente gastan mas) pero no hay que preocuparse por ellos…dan tranquilidad.